No Time to Die: el Bond que fue y el que será

El Bond de antaño

Quien escribe esta reseña tiene vagos recuerdos de sus primeras visitas al cine, mayoritariamente y como todo niño, son de películas animadas de Disney.

Pero la primera cinta que generó un recuerdo indeleble en mi memoria y que despertó mi curiosidad por el cine fue una película de James Bond.

Quizás no lo más recomendable para un niño, pero vaya, que mi papá me llevó a ver «007 En la Mira de los Asesinos» (A view to kill), la última cinta de Roger Moore como el famoso agente secreto. Y desde el poster de la peli ya indicaba algo distinto, un señor colgado de un puente, disparando a un dirigible con una chica al lado.

En aquel entonces las películas de James Bond eran únicas en su tipo, si bien existía el genero de acción, estas no contenían los mismos ingredientes. Los gadgets ingeniosos, tener locaciones exóticas en varios países en una sola película, villanos carismáticos y un auto Aston Martin. Un tema o canción interpretado por el cantante de moda, además del clásico ya conocido por todos.

Todo lo anterior girando en torno a un personaje, sofisticado, bon vivant, perspicaz y desde luego seductor de damiselas en peligro. Ver una película de Bond era sumergirse en un universo lleno de emoción y misterio, con cada nueva cinta el nivel de acrobacias o escenarios subía de nivel.

La trama

Después de los eventos acontecidos en Spectre James Bond (Daniel Craig) se encuentra en el retiro, con una vida pacífica en las playas de Jamaica. Hasta que su viejo amigo de la CIA, Alex Leiter (Jeffrey Wright), pide su ayuda para rescatar a un científico ruso ligado a la invención de una potencial arma biológica de dimensiones catastróficas.

Bond se niega en un principio, más aún cuando sabe que su reemplazo, un nuevo agente 007 ya está encargándose de ello. Pero finalmente decide hacerlo por la magnitud de la amenaza, sin saber que desenterrará situaciones del pasado que lo llevarán al límite de lo que ha vivido no como agente, si no como ser humano.

Una larga espera

La expectativa por la película era bastante, no solo por el lapso de tiempo qué pasó desde la última debido a la negativa inicial de Daniel Craig de regresar al papel. Si no porque ya concluida y a unas semanas de su premier, fue de las primeras películas en aplazar su estreno, lo que se repitió hasta en tres ocasiones distintas.

Cabe recordar que la producción de esta película también se detuvo sorpresivamente por el despido del primer director Danny Boyle (Trainspotting). Su reemplazo fue el joven director Cary Joji Fukunaga, cuyo mayor éxito ha sido la serie de HBO True Detective en su primera temporada. Y se convierte en el primer americano en dirigir una película de esta saga, y lo ha concretado de buena manera.

Un Bond para el nuevo siglo

Existe mucho debate sobre el tratamiento que se le ha dado el personaje de James Bond en este último ciclo de películas que comenzaron con la cinta de Casino Royale, este nuevo estilo es similar a lo que se realizó con las nuevas películas de Batman de Christopher Nolan. Las cuales están ambientadas en un mundo más realista y no de fantasía, pero a su vez con un tono sombrío y pesimista.

Un gran problema que presentaban las películas anteriores del agente secreto era su arquetipo de seductor. Lo cual hoy en día es políticamente incorrecto. Es por ello que conforme avanzaban las películas de esta nueva era los personajes femeninos iban cobrando mayor relevancia, para dejar de ser simples ornamentos de las historias.

Además se ha buscado que el elenco tengo un casting más inclusivo, ampliando los personajes afroamericanos y en esta ocasión también comunidad LGTB.

Cabe preguntarse si este Bond sigue siendo el mismo que Ian Fleming imaginó cuando escribió sus novelas. Y si aún es apto para el mundo moderno.

En mi opinión las películas de acción siempre podrán adaptarse al mundo moderno. Es así como hemos tenido Jason Bourne, Kingsman y Misión Imposible.

Con la llegada de la tecnología en los 90s, mucho de lo que hacia intrigante a esas películas ya no lo fue tanto, la gente comenzaba a tener gadgets ellos mismos. Así lo comentaban los productores, con los celulares la gente ahora se comunica con video llamadas, puede geolocalizar lo que sea y tiene aplicaciones para casi cualquier cosa. Lo que vuelve difícil hoy en día impresionar a las audiencias en términos de tecnología.

¿La película es un buen final?

Quizás lo único que habría que reprocharle esta película es la longitud de la misma, si bien está llena de escenas de acción, y no pareciera haber escenas de relleno, lo cierto es que pudiera haber durado menos, lo que habría hecho más redonda la cinta.

La interpretación de Las Chicas Bond en esta película es digna de mencionarse. De hecho ambas podrían sin problemas crear spin offs de la franquicia, como lo está haciendo la saga de Star Wars.

Ambas actrices interpreten agentes secretos en dos estilos y notas muy distintos. Una de ellas decidida, arrojada y hasta un poco soberbia. Y la otra con un tono ingenuo pero altamente efectiva.

EL villano si bien no es de los más memorables, quizás debido a su poca aparición en pantalla, tiene un rol sustancioso y será recordado por otros motivos distintos a su carisma.

La interpretación de Daniel Craig alcanza nuevos matices, dado que gran parte de la película sufre de conflictos emocionales y personales, que llevan al personaje a situaciones que no se habían visto en ninguna de las películas desde su inicio en los 60s.

El Bond que se viene

Quizás ahora qué los dueños de los derechos del 007 tienen que empezar desde cero nuevamente, busquen un nuevo tipo de Bond. Lo más viable sería empezar con un James muy joven que conecte de mejor manera con las nuevas audiencias de la forma que lo hacen Misión Imposible y Kingsman.

Esta película marca un cierre adecuado para este conjunto de Cintas, que por primera vez dentro de las 25 películas que conforman la colección completa de entregas cinematográficas, podemos no solo observar una historia por película, sino que al verlas en su conjunto (las últimas 5) hay elementos qué nos cuentan una historia más grande y que en esta última llegan a un cierre definitivo.

Esta película a pesar de no contar ya con la magia y la sorpresa que generaban las películas de antaño, es un gran final para este 007 que se nos ha presentado en los últimos 16 años en la pantalla. Podrá haber buenas y mas películas de Bond, pero no hay alguna que no entretenga. Recomendable verla en pantalla IMAX ya que fue filmada en este formato.