Nace una Estrella: En 4 tiempos

La misma historia puede ser contada de distintas maneras

Una película que ha sido contada en varias ocasiones es «Nace una Estrella», son 4 ya las versiones realizadas a la fecha. Con un espaciado de al menos 20 años entre cada una, 30s, 50s, 70s y 10s.

De la primera versión no hablaremos mucho ya que es la que menos se encuentra disponible para su apreciación. De ella solo platicaremos sobre la trama, siendo la original sobre las que se basan el resto de adaptaciones.

La película cuenta la historia de un artista (en esta primera versión, un actor de cine) de edad madura, que se encuentra en el ocaso de su carrera. La cual ha venido a menos por culpa de su alcoholismo. Un día conoce a una joven mujer y queda prendado de su belleza y talento, por lo que decide ayudarla con lo que le queda de influencia para encontrar una oportunidad en la industria.

Ella comienza a tener el éxito que tanto anhelaba e incluso empieza a lograr la atención y reconocimiento que nunca tuvo él en su carrera, causándole un conflicto que lo hunde más en su vicio. Llevando la relación de un estado de amor idílico a uno de caos y tragedia.

Esta versión original que se encuentra cercana a cumplir los 100 años, fue de las primeras cintas en filmarse en color.

La historia se ha dicho, pertenece al arquetipo de Pigmalión, relatado en la antigua Grecia. Donde un escultor se enamora de una de sus obras. Esta historia se ejemplifica en la vida real cuando un hombre rico y culto, toma bajo su tutela a una mujer humilde y poco cultivada hasta transformarla de acuerdo a su ideal de perfección. Otras películas que utilizan este arquetipo son Mi bella Dama y Mujer Bonita.

El clásico de los 50s

Sin duda alguna la versión que más se recuerda y sirve como referencia es la protagonizada por Judy Garland, en la época de las grandes producciones de Hollywood.

En esta versión la historia cambia un poco, y en vez de que la protagonista sea solo actriz, también tiene el don del canto. Pretexto perfecto para los fastuosos números musicales que se presentan y explotar al máximo el talento vocal de Garland.

Convertir a la protagonista en una cantante dotó a la cinta del elemento perfecto para hacerla un espectáculo. Además de hacerla más emotiva e interesante.

La interpretación de Jack Carson de un alcohólico puede que no sea la más ortodoxa, por momentos entra un poco más en la farsa, y en vez de evocar un drama puede parecer comedia involuntaria. Pero era el nivel histriónico que se alcanzaba en aquella época.

Dato curioso es que en la vida real, el actor que interpretaba al protagonista era comprometido sin ningún tipo de vicio. Y Judy Garland era la que sufría de cuadros de depresión y abusos de substancias que provocaban retrasos enormes en las producciones en las que participaba.

Esta cinta fue un fracaso en taquilla, llevando a la quiebra a Garland y a su marido que habían invertido en ella. Irónicamente ahora es considerada una joya del cine clásico.

James Mason y Judy Garland en la escena que se volvió símbolo de la película

La versión de los 70s, la época ideal, la idea no tanto.

22 años después llega la nueva versión, en esta ocasión de nuevo hay un ligero cambio en el rol de los protagonistas, ahora ya no son actores. Ambos son cantantes, John Norman Howard (Kris Kristofferson) es un artista consagrado que se pierde en el alcohol y las pastillas, y Esther (Barbra Streisand) es una cantante de bar que gracias a la ayuda de John asciende vertiginosamente a la cima del estrellato.

El desenlace trágico es el mismo que la versión anterior, pero cambian las formas; de hecho queda poco clara la forma en que suceden los hechos. Las actuaciones de ambos protagonistas si bien no son memorables tampoco causaron mayores impresiones, tan es así que de las 4 versiones, esta cinta es la única en la que los actores no recibieron nominación al Oscar.

Se comenta que Bárbara Streisand dejó varias enemistades al finalizar la película, entre ellas las de su co-protagonsita y el mismo director. El cual comentó públicamente que nunca había trabajado con una persona tan egocéntrica y manipuladora como ella.

La época en la que se filmó esta cinta fue la era dorada de las bandas, que quizá en aquella época no se dimensionaba. Pero estamos hablando de un tiempo donde existían The Doors, The Rolling Stones, Led Zeppellin o Fleetwood Mac. Así como artistas solistas de la talla de Elvis Presley, Elthon John y David Bowie.

La película pudo reflejar un poco más de lo que representaba la industria en aquellos tiempos, pero se inclinó la balanza completamente al lucimiento de Streisand, provocado por ella misma.

No es sorpresa las declaraciones recientes donde argumenta que la versión de hace 3 años no es más que una copia de su versión y que fueron faltos de originalidad. Y que estaba más de acuerdo con el proyecto donde Will Smith y Beyoncé la harían usando el rap como género musical. Dichas palabras se acercan más a un sentimiento de envidia por la excelente recepción de la cinta que una crítica auténtica.

Kris Kristofferson y Barbra Streisand, en una versión «muy de ella».

La versión contemporánea: 2018

Finalmente llegamos a la última interpretación de esta historia, protagonizada y dirigida por Bradley Cooper acompañado por Lady Gaga.

Mantienen (ok, como dijo Streisand) la historia de los 70s, pero regresan a la esencia del trágico final, cambiando la forma, pero no juegan con la ambigüedad de la versión setentera.

Bradley Cooper comenta que el look de la cinta está inspirado en sus recuerdos de un concierto de Metallica al que asistió de joven. Y sin duda aquí es donde luce el lenguaje cinematográfico de nuestros días, pues nos sumerge de inmediato en el mundo que viven los artistas.

Nunca vemos el escenario desde el punto de vista del espectador, esto fue para siempre tener la perspectiva del artista en el escenario. Logrando hacernos sentir la adrenalina de estar tras bambalinas.

Las actuaciones de los protagonistas están por encima de la versión de los 70s, logrando ambos su nominación al Oscar. Sin embargo la cinta solo se llevó a casa el de mejor canción en las manos de Lady Gaga co-autora del tema. Streisand también se llevó el mismo premio por la canción «Evergreen» de su versión de la película.

Lady Gaga y Bradley Cooper, con excelente química entre sus personajes.

Y la ganadora es…

Tratando de situarnos objetivamente en el espacio y tiempo en que cada versión fue estrenada, Nace una estrella del año 54 con Judy Garland reune el mayor número de elementos para considerarla una película redonda. Eleva la trama y esencia de la versión original, su protagonista es una auténtica estrella de la época en el cine musical. Y la gran producción realizada la convierte en uno de los clásicos del cine.

Seguida muy de cerca por la versión 2018, ayudada sin duda por un lenguaje muy contemporáneo del cine, aprovechando tanto la tecnología como las narrativas propias de la época. Lady Gaga si bien es una cantante consagrada y su actuación es perfectamente creíble, no se encuentra al nivel de una Judy Garland, y es comprensible pues no es actriz de carrera. Sin embargo es un ámbito en el que sigue incursionando, por lo que es probable que en un futuro la volvamos ayer nominada y con mejores resultados.

Las dos canciones principales con las que colaboró para el soundtrack son verdaderos «número 1», aportando ese extra de espectacularidad a la historia.

Bradley Cooper también es una grata sorpresa, específicamente como cantante. Todas las canciones son intepretadas por él mismo, y varias de ellas son incluso en vivo, como con la que inicia la película. La cual fue filmada en un festival auténtico en una sola toma, en el espacio o receso generado entre la presentación de dos bandas distintas.

Finalmente tendríamos la versión de los 70s, la primera mitad de la película es muy buena, ambos actores son convincentes en sus papeles. Sin embargo la segunda hora se alarga excesivamente y pierde fuerza y coherencia. Como apunte adicional, pensaba que Kris Kristofferson debería de haber tomado algunas lecciones de canto pues suena bastante amateur, sin saber que aparte de su carrera actoral ha tenido su propia banda. Pero oyéndolo cantar queda claro que la actuación es lo suyo.

Mi recomendación es verlas en orden cronológico para apreciar la interpretación y variación de los roles y la evolución o involución de la sociedad y los medios de comunicación que rodean la vida de un artista o de aquellos que aspiran a serlo.

  • Nace una estrella (1954) 2h 34min
  • Director: Frank Pierson
  • Protagonistas: Judy Garland, James Mason
  • En streaming por HBOmax
  • Nace una estrella (1976) 2h 19min
  • Director: Frank Pierson
  • Protagonistas: Barbra Streisand, Kris Kristofferson
  • En streaming por HBOmax
  • Nace una estrella (2018) 2h 16min
  • Director: Bradley Cooper
  • Protagonistas: Bradley Cooper, Lady Gaga
  • En streaming por Amazon Prime

Curioso de las artes visuales.

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