La chica más afortunada del mundo, película con alma de serie

Las cintas basadas en hechos reales siempre son un reto para los directores y una atracción para la audiencia. Saber que lo sucede en pantalla realmente sucedió o puede ocurrirle a cualquier persona es un elemento que siempre despierta curiosidad.

Sin embargo lo que sucede en la mayoría de las adaptaciones es que la historia final puesta en pantalla, dista mucho de los hechos que realmente sucedieron. Esto generalmente tiene su origen en el guión cinematográfico, que es extraído o bien de un libro fuente en el mejor de los casos o simplemente de lo que se conoce del dominio público.

Y es la adaptación del guión al cine donde se toman muchas libertades con el fin de hacerla más «entretenida». «La chica más afortunada del mundo» sale de este grupo, por el sorprendente hecho de que la autora de la novela autobiográfica es también quien adaptó el guión para la producción cinematográfica.

Razón principal por la que Mila Kunis, protagonista de la cinta, accedió a realizarla. Con una carrera que se extiende ya por más de 20 años, Kunis quien ahora es madre de dos, tiene que ser muy exigente con los proyectos que realiza. Pues de según comenta en una entrevista, si va atener que dejar a sus hijos por un par de meses tiene que ser por algo que valga la pena y no por dinero que es algo que ya no necesita.

La trama

Ani (Mila Kunis) es una mujer que sueña con ser una escritora reconocida, de momento labora en una revista femenina haciendo artículos intrascendentes. Pero la oportunidad de trabajar para el New York Times ronda su vida. A la vez, se encuentra planeando su boda con su atractivo y millonario novio. Todo parece avanzar en la dirección correcta cuando un evento de su época de estudiante viene a descarrilar por completo el tren de vida que planeaba. Ani fue la sobreviviente de un hecho terrible en el colegio, y un documental que se está haciendo al respecto trae de nuevo a ella traumas que van más allá de lo que la gente cree que sabe.

Kunis en modo drama

La actuación de Mila Kunis es el soporte sobre el cual se sostiene la película. Para muchos nunca dejará de ser Jackie de «That 70s Show», aún a dos décadas de distancia. Hay que reconocer que a pesar de que los personajes de drama no son los que han definido su carrera, aquí logra proyectar las virtudes y defectos y complejos traumas por los que pasa su personaje.

Ani se nos dibuja como una chica que se encuentra navegando las altas esferas de la sociedad newyorkina sin pertenecer a ellas, proveniente de un entorno sin dinero, abolengo y familia unida. Que en apariencia parece disfrutar de las bondades de una vida cómoda, pero que sutilmente vive una callada desesperación que conforme se desenvuelve la historia se vuelve más latente.

¿Película o serie?

Como habíamos apuntado la historia y guión de la película corren a cargo de la persona que vivió los hechos, si bien esto aporta una capa de autenticidad resta en cuanto a una narrativa cinematográfica más elaborada. Probablemente aquí se cumpla el adagio de que es mejor el libro que la película.

Adicionalmente el director de este proyecto está re tomando su carrera en el cine tras más de una década de estar dirigiendo series. Alguna de ellas muy exitosas como «El cuento de la criada» y «The Sandman», pero ello impregna el look & feel de la cinta con el lenguaje narrativo de una serie televisiva. Es difícil explicarlo en pocas palabras, pero es notoria la sensación de que lo vemos es un episodio y no una película.

Esto juega en contra del mensaje final que nos trata de dar la escritora y la historia, reduciendo la dimensión emocional que se debería de haber generado para causar una conexión más fuerte con los espectadores.

Los temas que surgen en la segunda mitad de la trama no son fáciles de abordar, quizás ello propició un exceso de cautela en cómo retratarlos. Dejando un poco descafeinada la manera en que se entretejen las circunstancias que nos llevan hacia el desenlace. Esto hace que la película nunca tenga un climax real, y si lo tiene es en los minutos previos al final de la misma.

En conclusión

«La chica más afortunada del mundo» es un thriller que vale la pena verse por la historia que en ella se cuenta, y que refuerza la idea de que la realidad siempre supera la ficción. Y a pesar del aire de episodio de serie que se mantiene durante sus dos horas de duración es lo suficientemente relevante para mantenernos interesados. E incluso nos hace reflexionar y pensar en dichos eventos aún habiendo terminado de verla.