Quizá Metallica nunca fue lo que quisimos que fuera

Musicalmente hablando, creo la crítica hacia Metallica, ya ha sido muy desgastada y hoy en día es sumamente obsoleta; de hecho, es una crítica que inició en 1991 y se concretó en 1996, por los dos discos disruptivos para el género, según los santos puritanos del metal, que son el Black (1991) y el Load (1996). Desde ese entonces, es posible afirmar que dicha agrupación dejó de ser quien pensamos o quisimos que fuera, ya desde bastantes años atrás.  

Partiendo de esa premisa, Metallica álbum (1991), mejor conocido como Black (que además siempre fue criticado por ser un disco con el thrash muy diluido) puede catalogarse simplemente como Rock – Rock Pesado. Y, su actual adaptación a otros géneros, me parece viable como un simple producto y arreglo musical, interesante. Una intuición musical que SIEMPRE han tenido como banda. No es la primera vez que se relacionan con proyectos cover, con proyectos ambiciosos o con músicos ajenos a la escena metalera, como por ejemplo Lou Reed en Lulu (2011) 

Es más, quizá Metallica nunca fue lo que quisimos que fuera. Sólo fue un fenómeno iniciador del thrash en el 83´, pero nunca logró estructurarse como tal. Ten en cuenta, que los dos discos más thrasheros contemplaban momentáneamente en su alineación a monstruos como Dave Munstaine y Cliff Burton. Y sin sus participaciones, la banda decidió irse a un sonido experimental con sus orígenes en el thrash. Es decir, discos con atisbos del género pero que aterrizaron en un sonido más experimental que propiamente el género con el que iniciaron. Un tipo de rock thrash y riffs llenos de alegorías al blues. 

Ahora bien, ¿Qué nos dice eso de Metallica?, que quizá nunca fue la banda del Kill’Em All (1983) sino que ese disco y los dos siguientes, son la excepción a la regla y no al revés. Que siempre ha deseado mudarse a una propuesta accesible, cómoda al oído del no-metalero, Pop rock y Rock pesado. Con su ahora intento, Blackened (“Anegrado”) hace la alusión de “pintar” de color negro a artistas de la más amplia gama. Desde reguetoneros (WTF) hasta Ha-Hash, pasando por el vocalista de Depeched Mode (Dave Gahan) y proyectos alternativos como The Chats y artistas Pop como Mailey Cirus. 

Por lo tanto, considero que ahora es cuando podemos ver una maduración genuina de un deseo de la banda; la síntesis de un sonido casi metalero con diferentes aspectos. Una re-interpretación del sonido que quizá es su sonido más genuino, el Black llevado a los extremos musicales que siempre han apostado pero que sus “true fans” jamás les han perdonado, porque quizá no han sido capaces de verlos tal cual son, una banda de rock. Y ahora lo manifiestan con menos temor que antes. 

Te invito a que abandones esa crítica de hace treinta años y comiences a observar el fenómeno genuino de Metallica, un punto de encuentro musical que pretende incluir de una manera ambiciosa y admirable a diversos géneros. Un disco con una intención metalera pero un sonido asequible, un sonido lo suficientemente intenso sin que aturde a tu señora madre y puedas compartir con tu hermano el no-metalero.

Por: Ana Patricia Sánchez García | Fb | In | Tw

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