Una saga basada en clásicos
En 2014 dio comienzo el «Monsterverse» (Moustroverso), que es el re lanzamiento de una franquicia que había tenido algunos intentos previos en ambos protagonistas; Godzilla y King Kong.
Dejando de lado los clásicos del cine americano y japonés de mediados del siglo pasado, y que son para tomarse en cuanta desde otro enfoque. Recordamos la versión de Godzilla de 1998 de Roland Emmerich, el mismo director de «El día de la independencia» y tantos otras películas apocalípticas.
Dicha producción fue duramente criticada, especialmente por la prensa e industria fílmica japonesa, de donde proviene la saga. La americanización de la historia solo hacía de la película una cinta más sobre «desastres naturales», la especialidad de Emmerich y dejaba a Godzilla como un personaje secundario. La recepción del público fue en términos generales buena, pero no logró superar las expectativas de recaudación que tenía el estudio.
«En la otra esquina» tenemos a Kong, un personaje de ficción americano surgido en los años 30s del siglo pasado, con una cantidad respetable de filmes antes de llegar a la primera versión de este siglo.
Esa versión corresponde al director Peter Jackson, que recién había concluido su trilogía de «El Señor de los Anillos», su versión del gigantesco orangután vio La Luz en el año 2005. Con una mejor recepción por parte de la audiencia y los críticos, logro recuperar su costo de producción. Pero no hubo planes de secuelas.
Casi una década después surge esta nueva franquicia que mediante 4 películas: 2 de Godzilla, 1 de Kong y una en conjunto; re imaginan un mundo donde estas criaturas conviven.
Si bien es recomendable ver todas las películas de la saga para una mejor experiencia, esto no es indispensable. Cada una de ellas puede funcionar de manera independiente. Así sucede con esta última entrega.
La trama
Godzilla que se mantiene lejos de la vista humana, emerge de nuevo a la superficie cuando por algún motivo detecta un llamado hostil. En otras latitudes del planeta Kong es llevado de su escondite a un lugar donde existe una entrada al interior de la tierra. Liados por una misión científica en busca de una nueva fuente de poder.
Gozilla y Kong han sido rivales por siglos y al encontrarse se desencadena la batalla, todo lo anterior al parecer dista de ser casual y tiene un trasfondo corporativo con su propia agenda.
La película cumple
Más allá de que hay una mezcolanza de los distintos personajes humanos de las diferentes películas, y que por momentos pareciera que los pudieran haber evitado (y que de hecho cortaron algunos en edición), la película cumple con lo que promete.
Es una ficción de aventura y desastres a gran escala, analizar actuaciones en este tipo de películas está de más. Sin embargo es notable la interpretación de Jia, el personaje de una pequeña que se comunica con Kong. En la historia es una niña aldeana que es sordo muda, en la vida real quien lo interpreta, Kaylee Hottle es realmente sordo muda.
Como es de esperarse los efectos especiales son de primer nivel, son contadas las ocasiones en las que a pesar de que lo que estamos viendo es completamente «fuera de este mundo», nos sumergimos por completo en la historia y nos olvidamos de que es real y que no lo es.
La mezcla de audio tampoco decepciona, y si quieres disfrutar por completo la experiencia, un buen equipo de audio será indispensable para lograrlo. Para los que la vieron en cine o IMAX definitivamente no salieron decepcionados.
Esta película pone fin a esta cuatrilogía, hay rumores sobre un posible cruce de universos entre esta saga y la de Pacific Rim de Guillermo Del Toro, pero de momento parece ser que esta producción es la que pone cerrojo a la franquicia.
Una recomendación final sería ver la saga completa, para los que aguantan mucho, en un maratón de fin de semana. Para los que no, dividida en dos o cuatro semanas. Al menos es más viable que intentar ver el universo completo de Marvel o Star Wars. Las cuatro películas se encuentran en streaming al momento de escribir esta reseña.
- Godzilla vs. Kong (2021) 1h 53min
- Director: Adam Wingard
- Protagonistas: Alexander Skarsgård, Rebecca Hall, Millie Bobby Brown
- En streaming por HBO Max
