Cruella: No es tan Disney

¿Una Cruella redimida o no? He ahí el dilema

En los últimos años Disney ha llevado al «live action» varias de sus películas y personajes más queridos. La Bella y la Bestia, Aladino, El Libro de la Selva, Mulan; y también empezó a experimentar con los personajes antagónicos como Maléfica del cuento de La Bella Durmiente.

Llevar a la pantalla a una de las villanas más recordadas de sus películas animadas era una gran apuesta. Desde luego el personaje tiene el carisma necesario para tener su propia cinta, como se intentó en los 90s. Pero son otras épocas, al saberse que Cruella tendría su película en solitario, de inmediato «la policía de las redes sociales» empezó una «cancelación» anticipada sobre un personaje que en su curriculum pesa el querer hacer abrigos con piel de dálmatas.

Para cualquier otro estudio cinematográfico no representaría más que un poco de publicidad gratuita, pero para Disney que ha despedido directores y actores por polémicas comenzadas en twitter puede significar mucho más. Los trailers que mostraron parte de la trama se veían prometedores, ¿Cuál fue el veredicto final?

La trama

Estella o Cruella nos es mostrada desde su nacimiento, una niña poco convencional, desde su natural cabello bicolor hasta su pasión por la moda hecha por ella misma, y alentada por su madre que es su única familia. Pronto la tragedia llega a su vida cuando por un desafortunado evento queda huérfana y en la calle. «Adoptada» por un par de niños carteristas, Estella (Emma Stone) crece y un día por fin tiene la oportunidad de trabajar en lo que siempre ha soñado, la moda. Sin imaginar que La Baronesa (Emma Thompson), esa figura que admiraba a la distancia y que ahora es su jefa, liberará en ella lo peor de su personalidad, aquella que su madre llamaba Cruella.

Una villana con matices

Uno de los primeros aciertos en la cinta fue no tratar de limpiar o redimir por completo a Cruella, así como tampoco llevarla al extremo de la villana caricaturesca (irónicamente).

Si bien la historia nos expone las causas de su comportamiento, no busca borrar por completo los momentos donde no concordamos con ella. Haciéndola un personaje más real y creíble.

La actuación de Emma Stone es sin duda parte importante del éxito de la película, ya que imprime el tipo de personalidad perfecto para cada una de las etapas del personaje. Sus gesticulaciones y manierismos dan en el blanco, tanto cuando es una empleada distraída y sumisa, cómo cuando es una desalmada diva de la moda.

La música y la época como personajes

El porcentaje de éxito restante recae en dos aspectos, el primero, la música. Hace unas semanas hablábamos de que la película «Almost Famous» había gastado la mayor cantidad de presupuesto que cualquier otra película en la adquisición de derechos de autor de las canciones con que se ambienta la historia.

Dicho dato no se ha proporcionado para esta cinta, pero es completamente factible que Cruella rebase por mucho cualquier presupuesto histórico en cuestión de soundtrack.

La lista de canciones y agrupaciones es impresionante por mencionar solo algunos tenemos: Bee Gees, The Rolling Stones, Nancy Sinatra, The Doors, Nina Simone, Tina Turner, Queen, David Bowie, Blondie, The Clash, Black Sabbath y Florence and the Machine. Y apenas son la tercera parte de la lista.

La época y lugar (Londres) en que se sitúa la historia fue parte fundamental para impregnarla de un estilo que es familiar y nostálgico para muchos. Los 70s marcaron toda una época tanto en la industria musical como en la moda. Lo que comúnmente se le denomina el movimiento o contra cultura punk.

La explosión de las chamarras de cuero, las botas industriales, el maquillaje irreverente, los tatuajes, las perforaciones y el uso de ropa masculina por parte de las mujeres.

Todo lo anterior es expresado de manera magistral por la diseñadora de vestuario Jenny Beavan, cada outfit que utiliza la protagonista es una obra de arte en si mismo, al igual que los vestidos clásicos de su rival La Baronesa, en total se diseñaron más 270 atuendos para todos los personajes que aparecen en pantalla, y ninguno pasa desapercibido.

Una película poco Disney

Aunque puede haber opiniones que sugieran que la película pudo ser más incisiva u obscura, el nivel de drama, acción y comedia está bien balanceado. Lo suficiente para que cualquier espectador se sienta lo suficientemente satisfecho con lo visto. De hecho la cinta va más allá de lo que se esperaría de una película de Disney, que gusta de aligerar y endulzar en demasía sus productos. Sobre todo después de ver lo que sucedió con el anterior «live action», Mulan. Que incluso en tierras asiáticas no tuvo buena recepción.

La transformación completa de la protagonista, desde su niñez (interpretada de muy buena manera por la pequeña Tipper Seifert-Cleveland), hasta los inicios de su ascenso como gurú de la moda, es todo un viaje. Lleno de sonidos, colores, texturas y emociones que se conjugan de buena manera para dibujar un retrato más fiel de esta villana. El apoyarla o repudiarla será decisión de cada espectador.

Curella es una película para disfrutarse en una buena pantalla y con un buen sonido que nos transporte y sumerja por completo en este mundo de moda, dálmatas y rock.