La vida de Adele: ¿Dónde termina el arte y empieza el morbo?

Hoy vamos a recordar una de las películas más controversiales de la pasada década, «La vida de Adèle». Esta película francesa le dió la Palma de oro en Cannes de 2014 a su director Abdellatif Kechiche y a sus dos actrices protagonistas (por primera vez en la historia).

La película está basada en una novela gráfica de la autoría de Jul Maroh. Una de las cartas fuertes de esta película era la participación de Léa Seydoux en uno de los papeles principales. La actriz francesa ya contaba con una buena trayectoria en su país natal. Incluso ya había participado en varias cintas hollywoodenses con papeles pequeños pero significativos. Como en Bastardos sin Gloria de Trantino (2009), Robin Hood de Riddley Scott (2010), Media Noche en Paris de Woody Allen (2011) y Misión Imposible: Protocolo Fantasma (2011). Todas participaciones breves pero en producciones de alto calibre.

Su director nacido en Tunez y radicado en Francia desde su niñez, contaba con proyectos galardonados en el país galo; además de haber incursionado en sus inicios en la actuación.

La trama

Adèle (Adèle Exarchopoulos) es una chica de preparatoria de clase media en Paris, con una vida relativamente normal. Un día conoce a un compañero de escuela con el que empieza a salir, pero algo parece no estar del todo bien, algo falta. El mismo día de su primera cita con el chico ella pasa caminando junto a una pareja lesbiana y una chica de cabello azul (Emma – Léa Seydoux) crea un profundo impacto en los pensamientos y sentimientos de Adele.

El destino las volverá cruzar de nuevo, y Emma será el catalizador que ayude a Adèle a descubrir su verdadera identidad no solo sexual, si no como persona dentro de una sociedad aún conservadora. Y a explorar a través de los años una relación compleja, no solo por cuestión de género si no por la complejidad misma del ser humano y las relaciones de pareja.

La polémica

Hay bastantes películas en el cine contemporáneo que abarcan el tema de la sexualidad desde diferentes ángulos, algunas más exitosas que otras. Y la polémica es un factor que se suele presentar en alguna de ellas, en este caso en particular no es relativo al tema de tener una pareja lesbiana de protagonistas. Es debido a las inusuales escenas de sexo explícito que presenta la cinta.

Sobre todo la escena central que dura más de 10 minutos y que tardó en filmarse 2 semanas. Incluso en películas donde la pareja es heterosexual, los tiempos en pantalla de las relaciones no son tan extensos.

La principal crítica que acompaña a esta película proviene no solo no del público en general, si no de la misma comunidad gay, que siente que la película está realizada desde un punto de vista muy masculino (el del director). Y que puede considerarse más que un elemento narrativo, pornografía lésbica para hombres. La misma autora de la novela gráfica que aprueba en lo general la adaptación de su obra como historia de amor, ha declarado que siente que se perdió la esencia de las relaciones sexuales entre mujeres por la forma en que se retrató en la pantalla.

Adèle (Adèle Exarchopoulos) y Emma (Léa Seydoux)

Adèle

Aplausos de pie para la actriz Adèle Exarchopoulos en el papel principal, esta chica que por cierto sale en cada escena de la película, es decir que nunca vemos otra visión de la historia más que la suya. Es realmente el alma entera de la película.

Léa Seydoux que igualmente interpretó excelente su papel, es opacada por el carisma y naturalidad y hasta ingenuidad que exuda el personaje Adele.

Esto no fue gratis, es sabido también que el director tiene un estilo «A la Kubrik» de dirigir, haciendo innumerables tomas, hasta más de 100. Llevando a los actores al borde del colapso físico y mental; pero logrando con ello extraer emociones a flor de piel que son trasladados a la pantalla.

En este caso específico vuelve al personaje central una persona entrañable y casi real, por momento pareciera que estamos espiando la vida de alguien que realmente existe y atraviesa por todo lo que vemos.

Pero toda esta química que vemos en pantalla entre las protagonistas así como las escenas de drama llenas de dolor y lágrima, tuvieron un costo final. Y es que ambas actrices han declarado que una volverían a trabajar con este director, pero agradecen la oportunidad y trabajo realizado.

Más allá de la polémica

Una película de diálogos que dura 3 horas ya nos anticipa un poco lo que podemos esperar de ella. El director gusta de un estilo naturalista, casi documentalista; mostrándonos aspectos contemplativos de lo que sucede. Adele tomando el autobús, peinándose, caminando, etc.

Además de un gran número de pláticas con diversos personajes secundarios cuyo objetivo es mostrarnos una emoción o una sensación que debemos leer entre líneas. Las pláticas son solo pretexto para poder observar los gestos o lenguaje verbal que nos cuentan otra historia.

EL director ha comentado que tuvo dos versiones que presentó al estudio, la de 2 y la de 3 horas, y que la decisión de la más larga fue la elegida por todos.

No existe la película perfecta

Y aunque muchos pensaran que hay películas que son perfectas, la realidad es subjetiva, los gustos son diversos y siempre habrá puntos de vista distintos.

La vida de Adèle aborda un tema complejo como el de las relaciones entre el mismo sexo, y es válida la crítica de que otras películas logran contar historias similares de mejor manera y con mejor gusto en sus escenas íntimas. Por poner un ejemplo «Happy Together» de Wong Kar-wai.

Y la extensión kilométrica de la cinta llena de escenas contemplativas, que podemos observar mejor resuelta en cintas como «Drive» de Nicolas Winding Refn o «Lost in Translation» de Sofía Coppola.

Pero haciendo a un lado estos detalles, la cinta merece los elogios que recibió, incluso del mismo Steven Spielberg que fue el presidente del jurado en Cannes el año que se le otorgó el premio. Y si Steven que es el maestro de lo políticamente correcto y uno de los defensores del cine para toda la familia, vió y apoyó la historia es por que realmente hay algo en ella que vale la pena ver.

  • La vie d’Adèle (2013) 3hrs
  • Director: Abdellatif Kechiche
  • Protagonistas: Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos
  • En streaming por Mubi

Curioso de las artes visuales.

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