Probablemente el género de cine que causa mayor expectativa, controversia y dinero es la ciencia ficción. Antes de los años 70s las historias fantásticas, del espacio u otros mundos eran consideradas cosa de niños o para mantinés familiares.
Ya con «Odisea 2001 del espacio» de Kubrick en 1968, el género cobró otra dimensión y demostró la seriedad que se podría alcanzar. Diez años después Star Wars llegó para poner la medida de lo que es un Blockbuster, el cual además casi siempre es sinónimo de ciencia ficción. Entre las 20 películas más taquilleras de toda la historia, solamente se cuelan «Titanic» y «Rápidos y Furiosos 7» como películas ajenas al género. Pero ambas hacen uso hasta cierto punto de efectos, decorados y lenguajes cinematográficos del género fantástico.
El furor por las sagas, ya sea del espacio, de niños magos, vampiros vs hombres lobo o futuros distópicos con heroínas adolescentes, crea legiones de fans, merchandising y asegura años de bonanza a sus creadores y productores.
Los estudios están siempre en la búsqueda del siguiente hit mundial, y una de las obras de ficción literarias más deseadas de llevar a la pantalla para transformarla en una saga es la novela del escritor Frank Herbert: Duna.
De la película que nunca fue a la que no debió haber sido
Esta adaptación ha rondado por décadas entre los estudios de cine, en los 70s el cineasta chileno Alejandro Jodorowsky trabajó más de dos años en la pre producción de la primera adaptación que tenía la ambición de juntar a un conglomerado de estrellas, desde Pink Floyd hasta Dalí y que por su presupuesto y aspiraciones tan elevadas nunca fue llevada a cabo.
En 1984, David Lynch concretó la esperada entrega con resultados desastrosos tanto en pantalla como en taquilla; la causa, el estudio fue quien editó y dictó el corte final de la cinta. Se rodaron 6 horas de película, Lynch entregó una versión de 3 horas, y el estudio lanzo una edición final de 2 horas, bastante incomprensible.
La trama
Una historia simple y compleja a la vez, simple porque es el típico viaje del héroe que se replica en cualquier historia épica. Compleja, porque el universo donde se desarrolla tiene sus peculiaridades y misticismo.
Estamos en el año 10191, sin embargo existe un sistema feudal estilo edad media. Donde un emperador asigna a una nueva familia como administradora del planeta Arrakis, donde se cosecha una especia única en el universo con poderes psicotrópicos y combustibles. Dicha familia es conformada por el Duque Leto Atreides (Oscar Isaac), Lady Jessica (Rebecca Ferguson) y su hijo Paul Atreides (Timothée Chalamet). Éste último al parecer predestinado por una profecía a ser el liberador del pueblo de Arrakis, de las imposiciones del emperador y las familias que los gobiernan.
La familia predecesora, los Harokonnen agraviados por el despojo en alianza con otras fuerzas ocultas, conspiran para terminar con los Atreides despertando en Paul la fuerza latente que reside en él para hacer válida la profecía.
Villeneuve el nuevo Midas de la ciencia ficción
La carrera de Denis Villeneuve ha sido ascendente y con paso constante, con cada nueva cinta se supera a si mismo. Habiendo empezado en el género del drama y el triller, su ilusión desde joven ha sido la ciencia ficción. Llegado el momento nos entregó una obra maestra en «La Llegada», que le dió la llave para dirigir una de las secuelas más esperadas pero también evitadas por su gran dimensión, Blade Runner 2049.
Por lo que no fue sorpresa que si alguien levantara la mano para realizar lo que la crítica especializada había bautizado como «La película imposible hacer» fuera el director de origen canadiense.
Mucho del universo que vimos en esas dos películas anteriores está presente en esta producción. Denis ha logrado patentar una caligrafía visual, una lenguaje estético personal y reconocible, pero sobre todo un estilo narrativo con el que se le asocia de inmediato.
En Duna ha querido dejar un nuevo precedente en cuanto a producción a gran escala se refiere, el cuidado de los sets, la filmación en formato IMAX, el vestuario, el soundtrack, etc. Ha estado a la altura de lo que planteó en su momento Jodorowsky e incluso el fallido Lynch.
La complejidad de la obra original
Acertó al no tratar de condensar toda la historia en una sola película, al dotar a la cinta de un realismo estético y a la vez crear esa sensación de de contemplar un mundo alienígena.
Probablemente lo que no le favorece ni a él ni a sus predecesores es la fuente original de la historia, no he tenido oportunidad de leerla; pero se intuye es una novela oscura y misteriosa. Además de una mitología extensa y compleja. Dichos elementos son más aptos para una serie de varios capítulos que para una película de 2 o hasta 3 horas.
Es evidente la dedicación y factura del cineasta, pero la. historia parece ser poco atractiva fuera de los libros, con un exceso de drama y de personajes que impiden un buen flujo de la historia. Aún con la reducción de algunos personajes y la extensión de la película, nunca se siente un verdadero climax de la misma.
Si bien a los seguidores del género de ciencia ficción la película no los defrauda, tampoco deja mucha huella en el espectador más allá de las bellas imágenes. Una de las declaraciones del director fue que quería hacer un Star Wars para adultos, pero habría que preguntarse si los adultos requieren de un Star Wars. O bien esta misma historia colocada en el medievo puede ser material de una cinta más a tono con el drama y la intriga que se nos presenta.
Será un poco difícil para los fans de las películas del espacio ver batallas sin láser o la falta de artefactos y seres alienígenas, pues así es la visión original de la obra, un futuro más analógico, menos tecnologizado y con una fantasía «más real».
¿Ciencia ficción para adultos?
Esta mezcla entre mundos distantes con brujas y beduinos del desierto espacial, es en realidad muy distinta de la saga de los Skywalker tal y como lo pretendía su director. Se ha llegado a mencionar que George Lucas (creador de Star Wars) tomó completamente su inspiración de Dune y solo le dió algunos giros. Aunque él afirma que Flash Gordon es su inspiración más directa.
Creo el éxito de Star Wars está basado en su mitología más accesible, más digerida y simple. Tratar de hacer una versión «para adultos» no necesariamente quiere decir que sea disfrutable y que conectará con la audiencia. Mucho menos que hará volar nuestra imaginación saliendo de la sala.
Duna es una buena película, y como todas las obras cinematográficas habrá quien la disfrute completamente y quien bostece irremediablemente. Pero hasta ahí, no es el inicio de una nueva saga o iniciadora de seguidores al estilo Star Trek, porque a final de cuentas es una historia para adultos, y desafortunadamente los adultos, o al menos la mayoría ya han perdido esa magia interna que los engancha con las historias fantásticas y los hace pedir más. En ese sentido, si, Denis logró crear una buena historia para adultos. Esperemos en la segunda entrega nos muestre un poco más del niño que todos llevamos dentro.
- Duna: Parte 1 (2021) 2hr35min
- Director:Denis Villeneuve
- Protagonistas: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Oscar Isaac
- En cines y en HBO max a finales de noviembre