Cada vez es más latente el dominio de los servicios de streaming y la importancia que directores y actores ya le están dando a las producciones que realizan. En especial las realizadas por Netflix, que cerró el año pasado con dos super producciones; Alerta Roja y la cinta de la que hablaremos hoy, «No mires arriba».
La pandemia vino a consolidar el modelo de negocio, la gente ha preferido aún con los cines abiertos permanecer en las salas de su casa. Y la realidad es que fuera de la experiencia de ver cine en una gran pantalla, casi cualquier persona con un buen equipo de audio y video puede disfrutar igualmente de una película.
Irónicamente Don’t Look Up es una película que hace crítica de esta sobre exposición a las plataformas, medios digitales y demás adicciones que nos apartan de una objetividad más humanística. Y al momento de escribir este artículo se ha convertido en una de las películas más vistas en Netlix con más de 150 millones de horas de visualización.
La trama
Una joven astrónoma Kate Dibiasky (Jennifer Lawrance) avista un nuevo cometa y junto con su colega el Dr. Randall Mindy (Leonardo DiCaprio), descubren que su trayectoria es un impacto directo contra la tierra y por su tamaño es lo que se conoce como un «Asesino de planetas».
Juntos buscarán alertar primero a las autoridades gubernamentales y posteriormente al planeta entero de la amenaza inminente. Pero sorpresivamente se encuentran con una respuesta tibia, casi inexistente, por parte de los gobernantes y posteriormente de los medios de comunicación y la gente misma.
Un director versátil
La película que podría pensarse se trata de una historia épica al estilo de Armagedón o Día de la Independencia, es en realidad una comedia o sátira de la situación. Su director Adam McKay fue guionista de la famosa serie Saturday Night Live y sus primeros pasos como director fueron con películas donde hizo mancuerna frecuente con Will Ferrell. Recordamos The «Anchorman» 1 y 2, «Step Brothers» y «The Other Guys», en donde vemos críticas ácidas a la sociedad y ciertos estereotipos por medio del humor negro.
Estas cintas tuvieron una recepción aceptable, pero fueron sus dos cintas más recientes las que le dieron notoriedad «La Gran Apuesta» y «Vice». Historias que narran acontecimientos y personajes de la vida real, y en ambas no se deja nada en el tintero para criticar al sistema económico y gubernamental de los Estados Unidos.
Es gracioso porque es verdad
Es por ello que esta película que tiene como slogan «Basada en hechos que podrían ser reales», crea una mezcla entre el humor irónico de sus primeras cintas con el cinismo descarado de las últimas.
El mayor argumento conceptual de la película radica en esta incredulidad por parte de todos los engranes de la sociedad que no dan la importancia debida a una situación de vida o muerte. Cuando observamos que los gobernantes están más preocupados por las elecciones, los medios por la vida amorosa de los famosos y la gente por los likes y la relevancia de las redes; pensamos «vaya que ridículo, eso no pasaría». Cuando de hecho la cinta que estuvo hecha durante la pandemia, refleja sutilmente lo que ha sucedido en estos últimos dos años. Desde el manejo de los medios, pasando por el negacionismo o la banalidad con la que la gente lo ha manejado en muchos casos.
Apenas la semana pasada el famoso físico Neil deGrasse Tyson publicó en su cuenta de Twitter que por fin había visto la película y dice:
«Todo lo que sé sobre noticias, programas de entrevistas, redes sociales y política me dice que no era una película, sino un documental.»
Sumándose a un sentir generalizado de la comunidad científica respecto al cambio climático, el cual es visto por varios gobiernos y sociedades como un engaño. Y que hacen caso omiso a las advertencias de los expertos que nos alertan que el tiempo se está acabando, y no en 100 años si no en 10 o menos..
No es para todos
Si bien la película tiene un argumento original por lo comentado anteriormente, está dividiendo opiniones, ya que hay mucha gente que no se siente cómoda con el tipo de humor que despliega la cinta, tachándola de boba y aburrida. Si uno logra aceptar este tono de farsa en el primer tercio de la película, no habrá problema en acabarla. Pero si esta clase de humor no es lo suyo, entonces no resistirá las 2 horas y media que dura la película. Siendo este uno de los puntos débiles de la misma, últimamente pareciera que el estándar de duración se ha incrementado al menos media hora en la mayoría de los filmes que se estrenaron en 2021.
Otro punto a debatir sería la actuación de Jennifer Lawrance, que parece estar ahí más por el afán de tener un super elenco, donde cada actor sea de renombre y no porque fuera la indicada para el papel. Si bien busca representar a una joven científica, el papel pudo haber quedado mejor con una actriz que diera más el estereotipo que se buscaba. Y que es parte fundamental de los demás roles en pantalla. Como el político petulante de Jonah Hill o el magnate de la tecnología de Mark Rylance.
En conclusión
En términos generales es una buena opción, seguramente tendrá nominaciones en varios de los premios que se avecinan, pero más allá de la calidad de producción el mensaje es importante. Recordarnos que tenemos que mirar, no necesariamente arriba, pero si mirar bien a nuestro alrededor. Porque las cosas buenas de la vida ya están aquí, y no nos hemos dado cuenta, y no debemos esperar a que un cataclismo nos haga notarlo.
- Don’t Look Up (2021) 2h18m
- Director: Adam McKay
- Protagonistas: Jennifer Lawrance, Leonardo DiCaprio
- En streaming por Netflix
