Primicia mortal: el éxito vestido de nota roja

En el cine hay un sinnúmero de historias que hablan acerca del éxito y la perseverancia, muchas de las cuales se vuelven ejemplo y recomendación entre aquellos que gustan del tema del emprendimiento y la superación. Recordamos películas como «En busca de la felicidad» con Will Smith o «Jerry McGuire» con Tom Cruise, en ambas los protagonistas logran atravesar un mar de dificultades siempre basados en la ética y el bien común.

Pero también hay historias donde los protagonistas no son tan rectos y éticos, en cintas como «The Big Short» con Christian Bale donde observamos cómo una persona se beneficia con la crisis inmobiliaria del 2008. O «El lobo de Wall Street» con Leonardo DiCaprio», que interpreta a un cínico corredor de bolsa que hace fortunas con tácticas fraudulentas. Y aún así ambas siempre aparecen en esas listas de «Películas que todo emprendedor debe ver».

Más allá de si estas historias deberían ser inspiradoras o no, nos muestran una verdad sobre cómo funcionan los engranajes del mundo y el desarrollo de un antihéroe como personaje principal siempre es interesante. Es el caso de la cinta que revisamos hoy «Primicia Mortal».

La trama

Louis Bloom (Jake Gyllenhaal) es un chico sin oficio ni beneficio que se dedica a cualquier actividad que le permita subsistir, como el robo de material que revende a construcciones. Poseedor de una gran elocuencia al hablar, una mente privilegiada para aprender y visiblemente una falta de moral, busca un área de trabajo donde pueda destacar. Un día al transitar en su viejo auto por la autopista se detiene a ver un accidente, al cual llega un camarógrafo a grabar lo sucedido. Louis lo interroga sobre su profesión y se entera que es un «freelance» que pasa las noches persiguiendo la nota escuchando la radio de la policía y vende sus imágenes a la televisora que mejor le pague. Louis queda maravillado por dicha actividad y su potencial de negocio, por lo que emprende su aventura personal persiguiendo la nota roja en las noches de Los Ángeles. Conforme mejora sus habilidades y gana prestigio sus límites de lo ético se empiezan a expandir o evaporar, ¿Hasta dónde llegará con tal de tener la mejor nota de la noche?

Una excelente ópera prima

Dan Gilory es el director y escritor de esta película y no hay antecedente previo de él como realizador, solamente como escritor. Autor de la historia de «Two for the money» con Al Pacino y guionista en proyectos como «El legado Bourne».

«Primicia Mortal» es entonces su ópera prima, y logra concretar una excelente cinta cargada de suspenso, con una profunda crítica sobre los medios de comunicación. Además de hacernos reflexionar sobre la sociedad en general en la que vivimos. Donde la competencia o la ambición de ser el mejor puede orillaros a nuestros propios límites de lo que es correcto.

La película puede ser clasificada como un filme neo-noir, recordemos que el cine noir se refiere a aquellas cintas de crimen que se desarrollaban mayormente de noche o en la penumbra de las grandes urbes y que fue parte importante del cine entre la década de los 30s y 50s.

Cintas como «Collateral» o «Drive» son ejemplo de otras cintas que abordan el género en los tiempos actuales. Al igual que las mencionadas anteriormente, «Primicia Mortal» se recarga en la excelente actuación de Jake Gyllenhaal, cuyo personaje lo mismo puede despertar confianza que escalofríos.

El arco o evolución por el que transita el protagonista se devela secuencialmente conforme va ganado confinza en su trabajo. Hay una escena a media película donde discute el precio de su trabajo, que es el punto de inflexión o no retorno de lo moralmente correcto de su personaje.

Como co-protagonistas tenemos a Rene Russo, esposa en la vida real del director de la cinta y que interpreta una productora de noticieros en decadencia que intenta salvar su carrera. Así como Riz Ahmed, que si bien empezó su carrera muy joven es con esta cinta y «Rogue One» que empieza a consolidarse como actor en producciones importantes.

En Conclusión

Primicia Mortal es una película fuerte y no necesariamente apta para cualquier gusto por el tema que trata, pero sin duda es una cinta que vale la pena ver y reflexionar sobre la manera en que consumimos las noticias de cada día y lo que puede estar sucediendo tras bambalinas.