El cine no funge solo como entretenimiento, una gran cantidad de quienes lo hacen y quienes lo consumen buscan algo más que pasar un buen rato frente a una pantalla. Aspiran a dejar un mensaje, a cambiar opiniones, a reflexionar. O una frase trillada «a obligarte mirar donde no las hecho».
Reflejar la realidad en la ficción puede ser más complejo de lo que se piensa, y cuando esas realidades no son nada agradables se requiere de una visión muy personal a través de la cual se destilen historias y conceptos.
Sin duda Gaspar Noé, el cineasta argentino avecindado en Francia es un realizador poco convencional, sus historias escritas y dirigidas por él, siempre causan controversia. Hoy platicamos probablemente de su obra más conocida y memorable, Irreversible.
La trama
Es difícil retratar la sinopsis de una película tan fuera de lo común, basta decir que empezamos por el final de la historia. Abruptamente somos testigos de un acto de venganza perpetrado por Marcus (Vincent Cassel) y Pierre (Albert Dupontel), que se han sumergido en los barrios bajos de Paris para buscar al culpable de la violación de la novia de Marco, Alex (Monica Bellucci). Y conforme la cinta «avanza», o en este caso retrocede, vamos siendo testigos de los distintos eventos que fueron causa directa o indirecta de los dos momentos catastróficos de la historia, hasta llegar a la plácida mañana que precede a los acontecimientos que sucedieron.
Del infierno al paraíso
Gaspar Noé es claro desde el principio, no busca contarnos una historia sencilla de digerir, ni trata de hacernos fácil entenderla o comprenderla. Nos sumerge de inmediato en el espacio más sórdido que uno pueda imaginar, y en los primeros minutos de la cinta nos deja impactadnos por la las escenas llenas de ira y violencia gráfica que se presentan.
Por si fuera poco, no basta únicamente con la ambientación oscura y movimientos de cámara caóticos que nos van mostrando imágenes dantescas, el audio también fue diseñado (para su percepción en salas de cine) con una frecuencia utilizada por la policía en la vida real para dispersar motines, debido a su efecto de malestar en quien lo escucha. Es por ello que durante la exhibición de esta cinta en cines mucha gente no resistía ni si quiera la primera media hora de ella.
Y la película no baja de tono, conforme retrocedemos hacia el evento principal de la historia, somos bombardeados por esta carga de adrenalina, ira y búsqueda frenética de venganza por parte del protagonista.
Llegamos entonces a la mitad de la cinta y la escena que más morbo y polémica causa, la violación de Alex en el corredor del metro, 9 minutos sin corte y a una sola cámara. Muchas críticas se centran en el hecho de haberla mostrado tal cual, de no «descafeinarla» para la audiencia.
El director es fiel a su estilo, y si hasta este punto de la cinta ha buscado continuamente incomodarnos, era previsible que el acontecimiento central tenía que estar cargado del dramatismo y crudeza con el que nos sacude.
El resto de la cinta como se puede obviar nos va mostrando de manera más cotidiana las situaciones previas y detalles que parecieran insignificantes, pero que sumados, no solo nos dan el resultado del que ya fuimos testigos, si no que agregan nueva información que nos harán cuestionar aún más lo sucedido.
Una visión pesimista
Sin duda alguna como pieza cinematográfica es un resultado bastante difícil de analizar o calificar, ya que técnicamente y artísticamente la película es excelsa en su concepción. Logra causar el impacto y conmoción deseado en el espectador. Y es esta conmoción y repulsión por lo que vemos, que puede contaminar nuestra opinión por lo que sentimos hacia la obra.
Sin embargo dese mi perspectiva lo que me causa conflicto con la pieza, no es el tema, o la compleja edición y ensamble de la historia. Es el tinte pesimista y fatalista que se percibe de principio a fin, no dejando lugar para la esperanza o incluso la moraleja. Reduciéndolo a la simplicidad de que las cosas ocurren por que tiene que ocurrir, y aunque desde un punto de vista filosófico e incluso metafísico esto engloba una verdad.
El viaje que nos propone el cineasta nos deja apesadumbrados, ¿Cuál es entonces la finalidad de su obra? Hacernos reflexionar desde la impotencia, desde la resignación, no se trata de tener un final feliz, porque de hecho lo tiene (bueno en este caso se convierte en un comienzo feliz). Si no de complementar o contrastar lo visto con algún concepto menos oscuro.
Pero el arte es arte porque depende enteramente a juicio del autor la dirección y resultado de su obra y a nosotros como espectadores reaccionar o sentir de acuerdo a nuestro contexto. Y es por ello que no solo Gaspar Noé si no un gran número de directores tienen tanto fans como detractores.
Si leída esta reseña existe el interés de verla, adelante creo que es una pieza digna de verse y estudiarse, pero si es sensible a estos tipos de temas es mejor optar por una cinta un poco más amable.
- Título: Irreversible
- Año de realización: 2002
- Duración: 97 minutos
- Género: Drama, Crimen
- Origen: Francia
- Dirección: Gaspar Noé
- Intérpretes: Monica Bellucci, Vincent Cassel
- Clasificación: Apta para mayores de 18 años
- Se puede ver en: Streaming por Mubi