Búsqueda Frenética: La ciudad luz oscurecida

Algunos directores logran concretar una carrera con quizás una docena de filmes, los menos pueden llegar a tener una filmografía que se desarrolla por décadas y numerosas obras. Pero raros son los directores que llegan a imprimir un estilo auténtico y que pueden crear su propia categoría. Algo así como lo que existía en los video clubs de antaño, donde encontrábamos la sección de acción, infantil, drama, etc; pero también clasificaciones como Woody Allen, Hitchcock o Kubrick.

Uno de estos directores con estilo propio es sin duda Roman Polanski, con una trayectoria de más de 4 décadas que no tiene tantas películas como uno pensaría pero que si tiene un buen número de trabajos emblemáticos, la mayoría centrados en la intriga y el misterio, uno de ellos es búsqueda frenética.

La trama

Richard Walken (Harrison Ford) es un médico cirujano americano que tiene que asistir a un congreso en París. Junto con su mujer, Sondra (Betty Buckley), esperan aprovechar el viaje para poder revivir su luna de miel de hace 20 años. Pero la tragedia los sorprende. En un instante, simplemente en lo que se ducha, Richard se da cuenta de que su esposa ha desaparecido. En un principio extrañado y posteriormente desesperado, se embarca en su búsqueda. Siguiendo una pista, y con la desventaja del idioma se adentra en los barrios bajos parisinos, donde conoce a Michelle (Emmanuelle Seigner) una bella joven que al parecer es la clave para recuperar a su su esposa.

Un Paris oscuro

El mayor encanto de la cinta es la falta del mismo, Roman Polanski estaba harto de que el cine siempre retratara a Paris como «la ciudad luz», llena de romanticismo y clichés como la torre Eiffel o el Río Sena al atardecer.

Así que su objetivo era hacer una película que alejara a los turistas, además de la trama de secuestro buscó que todas las locaciones fueran lo más inhóspitas posible. Incluso el lobby del hotel fue diseñado para parecer más una ventanilla burocrática que un espacio de bienvenida.

Los bares y vecindarios faltos de glamour corresponden a lo que el director conoció durante su juventud, recreando alguno de ellos dentro de un set para mejor control, pero llevando a gente que en verdad los frecuentaba. Para la escena en el río Sena, Polanski buscó la parte menos turística y más desangelada del mismo.

Es por ello que la cinta logra perfectamente evocar el cine noir clásico de ciudades oscuras dominadas por la mafia cuyo único toque de belleza recae sobre una «Femme Fatale», y aquí no es la excepción.

Una chica misteriosa

Este fue el primer largometraje internacional de la entonces desconocida para el mundo Emmanuelle Seigner, con apenas 19 años desconocía incluso quién era Harrison Ford. Aunque cabe mencionar que ya había participado en un par de cintas locales, una de ellas bajo la dirección del afamado Jean-Luc Goddard. Su personaje Michelle encarna a la perfección el estereotipo de la francesa desenfadada y odiosa que masca chicle todo el tiempo, pero con un impecable y original gusto por la moda. Mientras el Dr. Walker nunca se deshace de su aburrido traje gris y corbata, Michelle cambia de atuendo en cada escena, contraponiendo la rigidez y corporatividad occidental al estilismo y relajamiento francés.

Emmanuelle lleva el peso de la trama una buena parte de la cinta, no es solamente su particular belleza acentuada por la mirada profunda (por esta cinta aún sigue casada con el director), si no por la complejidad misma del personaje que por momentos se da odiar y en otros tantos nos preocupamos por ella. Como nunca sabemos más de lo que ocurre en pantalla, al igual que el Dr. Walker, tenemos que confiar en ella para que nos guíe a través del submundo de Paris, y más de una vez no deja con la sensación de que hemos sido timados.

Hay una escena particular que se ha quedado para la posteridad del cine y los bailes dentro del mismo, en ella el Dr. y Michelle se encuentran siguiendo la pista de los secuestradores en un bar controlado por la mafia. Sin más, la chica saca a bailar al Dr. que no puede evitar mostrar su consternación al mismo tiempo que parece la vida no pasa por Michelle que baila como cualquier noche de sábado al ritmo Grace Jones y Libertango. Aquí un clip de la escena.

Dos estilos distintos

Muchos comparan esta obra de Polanski con el estilo de Hitchcock, y la realidad es que si hay varios guiños al maestro del suspenso, como la escena sobre un techo donde Harrison Ford se juega la vida. Tal como le sucediera a James Stewart en «Vértigo». O en general la trama, de cómo un hombre común se puede ver arrastrado al mundo de la mafia en un instante por una trivial confusión. Como sucede en «North by Northwest».

Pero el cine de Roman tiene sus propios códigos que lo hacen distinto de cualquiera de las mencionadas, a diferencia de Hitchcock cuyos protagonistas son principio y final de la historia, Polanski suele ofrecernos este duo de personajes cuyo ensamble nos va aportando pistas conforme avanza la cinta.

También la manera en como Roman Polanski aborda el suspenso, es mucho más realista y menos artifisioso de lo que solíamos ver en las películas de Hitchcock que a veces cruzaban la línea de la fantasía.

En conclusión

«Búsqueda frenética» es un clásico no solo de Polanski, sino de la carrera de Harrison Ford y el cine de los 80s. Si bien para los estándares actuales puede resultar un poco lenta y por tramos inverosimil, la cinta resulta atemporal y aún conserva bastante de lo que la hizo ser la película que es hoy.

  • Título: Frantic (Búsqueda Frenética)
  • Año de realización: 1988
  • Duración: 2h
  • Género: Drama, Misterio, Crimen
  • Origen: Francia, Estados Unidos
  • Dirección: Roman Polanski
  • Intérpretes: Harrison Ford, Emmanuelle Seigner
  • Clasificación: Apta para mayores de edad
  • Se puede ver en: Streaming por HBO max

Curioso de las artes visuales.

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