La tecnología está presente en casi cada instante de nuestras vidas, y por tecnología me refiero a cualquier aparato o sistema digital con posibilidades de conexión al internet.
Y es mediante esta tecnología en su forma de streaming que me encontraba navegando a través de las diversas opciones de series y películas. Cuando me topé con una vieja caricatura de la infancia, Los Supersónicos. Aunque mis memorias datan de los 80s dicha serie se origina en los 60s, y presenta una visión de lo que en aquel entonces se imaginaba como un futuro probable y utópico.
Es interesante ver que algunos de los elementos que presentan se han cumplido, como la comunicación constante a través de video llamadas y pantallas planas, aunque esto está presente incluso desde las películas de Charlie Chaplin. Pero también hay otros conceptos que aún permanecen lejanos como los autos voladores.
Sin embargo un común denominador no solo de esta serie animada, sino de la imaginación colectiva sobre un futuro tecnológico, era la de una libertad en nuestros estilos de vida. Las maquinas y computadoras serían nuestros fieles sirvientes y nos ayudarían a realizar todo el trabajo pesado. Brindándonos el tiempo libre necesario para disfrutar de otras actividades con mayor confort y relajamiento.
Lo cierto es que conforme la tecnología ha hecho válidas algunos de estos sueños cibernéticos, lo menos que ha obtenido el hombre es tiempo libre. Nuestras computadoras y móviles en efecto pueden hacer tareas en una fracción de tiempo de lo que se requería antes. Así como también, pueden ser realizadas por uno mismo cuando antes se necesitaban media docenas de personas para ejecutar dicha acción.
Pero el resultado no ha sido más tiempo libre y relajamiento, por el contrario, las incesantes notificaciones, la disponibilidad de 24 hrs. y la eliminación de las fronteras físicas nos abruman diariamente. Con la sensación de que no pudimos hacer ni la mitad de lo que teníamos pendiente.
¿Pero es realmente la tecnología la villana de esta película? ¿Somos esclavos de nuestros celulares cuando deberíamos ser los amos de los mismos? Y de manera irónica ¿es lo digital nuestro verdugo y algún día la inteligencia artificial nos gobernará como imaginan y predicen varios autores de ficción?
Creo que la tecnología no es la culpable de nuestro ritmo actual de trabajo, no es buena ni mala, es totalmente neutra. Y su utilidad y significado es solo dado y magnificado cuando el ser humano hace uso de ella. No son laptop y celulares quienes nos hacen trabajar a deshoras o interrumpen mientras tenemos un momento relajante o entrañable de nuestras vidas. No son las redes las que nos hacen buscar constantemente un like o indigestarnos de noticias.
Somos nosotros mismos que no sabemos qué hacer con nuestro tiempo libre. Cuando la computadora nos permitió hacer el trabajo de un día en una hora, preferimos entonces hacer el trabajo de un mes en una semana y el del año en un mes. Y así conforme se multiplica el ritmo digital, nosotros no quitamos el pie del acelerador. Queriendo ver maratones de series, tener más clientes con facebook, aprender idiomas o cualquier habilidad en línea. O simplemente jugarle al influencer en Instagram. Y no es que esté mal utilizar las ventajas que nos proporciona esta era de la información, pero todo en exceso es contraproducente.
Quizás entonces, la próxima ocasión en vez de comprar en línea o enterarse de todo en twitter y entregar ese proyecto lo antes posible. Sea momento de salir caminando a la tienda sin celular, sentarse a leer una revista y terminar ese proyecto en una semana. Y aunque sea por unos momentos aprovechar la libertad que nos ofrece la tecnología, pero que insistimos en rechazar.