Topaz: La película mala de Hitchcock

Alfred Hitchcock es sin duda uno de los referentes históricos de la cinematografía mundial. Casi no hay director contemporáneo que no lo mencione como una referencia en la narrativa audiovisual. Y no es para menos, su estilo y forma de abordar el thriller o suspenso marcó un antes y un después en la historia del cine e incluso la televisión.

Su carrera se extiende por seis décadas, durante la primera mitad de ésta se encuentran trabajos poco conocidos pero que ya dejaban ver destellos de lo que sería su estilo. Y la segunda mitad de su trayectoria se encuentra llena de clásicos, como «Los Pájaros», «Vértigo» o «Psicosis» de la que hablamos recientemente.

Y es dentro de esta última etapa que nos encontramos con su penúltima película, «Topaz». Una cinta que el mismo autor admitió como fracaso, lo cual no desmerece una revisión de la misma.

La trama

Andre (Frederick Stafford) es un agente secreto del gobierno francés viviendo en los EU, Nordstrom (John Forsythe) es un agente americano con el que ha forjado una fuerte amistad. Son los años 60s en plena guerra fría previo al acontecimiento de la crisis de los misiles entre EU, Rusia y Cuba. Mediante un desertor de alto rango de la unión soviética, el gobierno americano logra extraer información concerniente al vínculo armamentista que sostienen Cuba y Rusia. La antipatía de los cubanos por los americanos hace que Nordstrom tenga que recurrir a su amigo francés Andre, para que sea él, quien se ponga en contacto e incluso arriesgue su vida. A fin de evitar una catástrofe mundial, sin imaginar que el enemigo está más cerca de lo que parece.

Una cinta poco afortunada

Sin duda al ver esta película uno reconoce la manufactura del director inglés, la forma en cómo se desarrolla la historia y los arquetipos de los personajes corresponden a lo que nos tiene acostumbrados. Pero en ¿dónde radica entonces los puntos débiles de esta producción?

Probablemente uno de los primeros desaciertos sea el que no tuvo una estrella de renombre que mantuviera a la audiencia más atentos a la pantalla, esto sin demeritar las actuaciones del elenco completo. De hecho tanto el protagonista como su interés amoroso en Cuba (Karin Dor, una alemana interpretando a una latina) logran transmitir esa tensión tan característica en las películas de Hitchcock al igual que los clásicos de la época.

El segundo inconveniente está relacionado con las distintas historias o argumentos que se sienten un tanto dispersos. Y que no se encuentran entre tejidos o fusionados de manera exitosa como en la mayoría de los proyectos que le anteceden.

A pesar de que la historia está basada en una novela literaria, pareciera ser que no fue posible trasladar la complejidad de los eventos a una forma más simple y digerible en la pantalla grande.

Tan es así, que el final que se tenía planeado y que se filmó y aunque por causas de fuerza mayor no fue dirigido por Hitchcock, no se presentó en la versión final.

Hitchcock dudaba como todos

Solemos pensar en los grandes genios de cualquier disciplina, como uno superdotados que siempre saben lo que hacen. Creemos que de antemano saben la fórmula del éxito, y que en este caso Hitchcock tenido la confianza necesaria para llevar al éxito cualquier proyecto.

Sin embargo parte de los desaciertos presentes en esta producción, son consecuencia de dos películas previas que lo dejaron bastante tocado en cuanto a la confianza. «Marnie» y «Cortina Rasgada» a pesar de no tener errores argumentativos, no fueron bien recibidos ni por la audiencia ni por la crítica, la última siendo un fracaso total en taquilla. Ello le llevó a abordar este proyecto con bastante incertidumbre, y cuyo resultado es palpable.

Aún con estos defectos que el mismo Hitchcock reconoció, la película resulta entretenida. Nos interesamos lo suficiente por el protagonista y sobre todo por el personaje interpretado por Karin Dor. De hecho la parte que supuestamente se desarrolla en la isla, es la pieza central que evita un mayor desastre en la narrativa de la cinta.

Siempre habrá que considerar además, que una mala película de Hitchcock es mejor que alguno de los éxitos de otros directores mediocres. Por lo que vale la pena darle una oportunidad y no dejar inconclusa nuestra lista de la filmografía de este distinguido director.