En 2004, Los libertinos lidereados por el descarrilado y controversial Pete Doherty lanzan su segundo disco del mismo nombre, y nos regalaron un clásico instantáneo que en su momento le regreso la dignidad y el hedonismo al Rock, pero sobre todo al Punk ,ese hedonismo sincero y banal que los ingleses saben recrear muy bien.
Al escuchar este su segundo álbum de estudio te da la impresión de que estuvieran tocando en vivo, lo cual refleja la adrenalina y las ganas de tocar por parte de todos los integrantes.
La locura y la decadencia se refleja en cada uno de los 14 temas de este disco. Pero sobre todo en «Arbeit Match frei”, “Tomblands” y “The man who could be King”, el valemadrismo cínico en “Dont be shy” y Can’t Stand me now”
Un disco cargado de energía pero sobre todo rebeldía , y que con el pasar de los años, se escucha cada vez más nostálgico.
The Libertines sin duda es una banda que es el reflejo de sus tiempos, ya que su carrera discográfica es muy pobre y su fama fue fugaz, y hasta creo que hasta cierto punto puede considerarse una banda de culto.
