Rene Higuita: el loco de la porteria

Hubo una vez un arquero que toco la gloria y la fama, pero también probo el infierno en vida.

Rene Higuita es sin duda alguna uno de los porteros más icónicos de la historia del futbol de Colombia y también a nivel mundial.

El loco, como también se le conocía, era un arquero goleador y tenía un estilo muy similar al de Jorge Campos, le gustaba salir de su área para convertirse en un jugador más dentro de la cancha.

Su vida estuvo llena de excesos y polémicas, por lo que se vuelve un personaje singular y una de las biografías más interesantes del mundo del futbol.

José Rene Higuita Zapata nació en el año de 1966 en Medellín Colombia, en situación de pobreza y desafortunadamente sin padres, por lo que su abuela fue quien se hizo cargo de él, su infancia fue muy dura y llena de carencias, esta situación lo llevó a refugiarse en el futbol de barrio en canchas llenas de tierra y lodo, mejor conocido como futbol llanero.

En este contexto es que Rene Higuita crece y desarrolla las habilidades que más tarde lo llevarían a ser un futbolista fuera de serie. Su mentalidad estaba por encima de su situación socioeconómica y eso sería un factor clave en su carrera deportiva, podría decirse que era un gran soñador que logró materializar sus sueños.

Sus inicios dentro del futbol profesional se dieron dentro de la selección de Antioquía, el cual era uno de los equipos patrocinados por las mafias locales de Medellín, con este equipo sería campeón en 1984.

Fue en el Club Millonarios donde se impondría su personalidad dentro de la cancha y su liderazgo e influencia en el equipo era más que evidente y posteriormente ganaría la copa libertadores con el Atlético Nacional de Colombia. Y el resto es historia.

Durante su carrera profesional jugó para varios clubs incluyendo el Valladolid de España y los ya extintos Tiburones Rojos de Veracruz

Pero sería en 1995 en un partido amistoso contra Inglaterra que Rene Higuita pasaría a la posteridad con una jugada bautizada como el escorpión, la cual terminaría de darle fama y reconocimiento a nivel mundial.

Fuera de la cancha su vida era parecida a la de un rockstar y su amistad con capos colombianos incluyendo a Pablo Escobar, así como su intervención en un caso de secuestro lo mandaría a la cárcel más de 6 meses y eso le costaría ir al mundial de Estado Unidos 1994. Tuvo también problemas serios con las drogas y todo esto le pasaría factura en su vida privada y profesional.

Con el tiempo Higuita rectificaría su camino y actualmente es un personaje que sigue de una u otra forma teniendo que ver con el mundo del futbol, su figura mediática lo hace tener apariciones ocasionales en las cuales se le nota sereno y con un enfoque más positivo, dando buenos consejos a la nuevas generaciones de futbolistas.

Es indudable que su estilo de juego era único y rebelde, marcó una tendencia a nivel mundial que hasta el día de hoy sigue siendo reconocido por las nuevas generaciones de porteros. Ya que su personalidad ayudó a crear junto con otros porteros americanos la creación de un nuevo tipo de arquero, que hoy en día se le conoce como guardameta líbero.  

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