Mujercitas 90s vs Mujercitas 10s, la evolución de un clásico

Mujercitas es un clásico de la literatura mundial, escrito en el año 1868 por Louisa May Alcott, ha sido a traducido a prácticamente cualquier idioma. Y con la llegada del cine sus adaptaciones cinematográficas han dejado testimonio de las estrellas y directores de las distintas épocas en las que se ha realizado.

Muchos consideran como la versión clásica por excelencia la realizada en los años 30s con Katharine Hepburn en el rol principal y dirigida por el gran George Cukor. Pero en esta ocasión hablaremos sobre las dos versiones más recientes y que están más frescas en la memoria del público. Además de estar disponibles ambas en plataformas de streaming. La versión 1994 de Gillian Armstrong con Winona Ryder como estelar. Y la versión 2019 de Greta Gerwig con Saoirse Ronan liderando el elenco.

La trama

Es la época de la guerra civil en Estados Unidos y la casa de la familia March se compone de 4 hijas —Meg, Jo, Beth y Amy— las cuales de momento están completamente a cargo de su madre (o Marmee como ellas le dicen), ya que el padre se encuentra lejos de casa por la guerra. Frente a su casa vive un vecino al que llaman Laurie, quien se enamora de Jo, la hermana que más se destaca entre todas por su arrojo, sueños y ambiciones de querer ser escritora. Conforme los años avanzan seremos testigos de los diferentes retos al que se verá sometidas cada una de las hermanas March.

Versión 94

Esta versión tiene un aire más teatral, considerada por muchos de menor calibre que sus predecesoras clásicas. Algunas actuaciones como la de un joven Christian Bale (Batman), son un tanto exageradas o fuera del tono adecuado.

Para los que vivimos los 90s podemos percibir el ritmo y estilo que predominaba en el cine de aquella época. Donde este tipo de cintas históricas o de época empezaban a tener mejores diseños de vestuario y set. Esta cinta se encontró nominada al Oscar en mejor diseño de vestuario, además de actriz principal con Winona.

Pero probablemente el personaje mejor desarrollado sea el de la madre de familia Marmee, que en manos de Susan Sarandon cobra la relevancia adecuada para la historia. Kirsten Dunst ya venía de hacer el papel que la dio a conocer en entrevista con un Vampiro y aquí interpretando a la versión joven de Amy confirmaba sus dotes de actriz para futuros proyectos.

El rol principal que corrió a cargo de Winona Ryder es un tanto difícil de catalogar, sin duda ella era la estrella del momento. Y el personaje encaja a la medida con el carisma y esencia de la actriz, cuyo espíritu rebelde y transgresor ya había sido palpable en su protagónicos previos.

Quizás por momentos el personaje es más meloso o cándido de lo que la obra intenta retratar, pero tampoco debería ser causa de crítica. Pues a final de cuentas aporta un toque distinto a la obra.

Esta versión no busca descubrir el hilo negro, no se complica en ninguno de los rubros que la componen y la directora nos entrega una cinta que cumplía con los estándares de la época. Y que quizá con el paso de las años se puedan sentir un tanto avejentados, pero no más que las versiones clásicas de los 50s.

Versión 2019

Con una distancia de 25 años nos encontramos con la versión de la aclamada directora Greta Gerwig, quien con «Lady Bird» logró hacerse de un nombre en Hollywood. Y era la candidata ideal para consumar esta nueva entrega, «modernizando» la historia dentro de los límites de lo permitido y por momentos quizás un poco más allá.

Ya que hay algún par de escenas donde es obvio que se plantean situaciones que no corresponden a la época, pero que tienen el objetivo de transmitir un empoderamiento femenino que sintoniza con las nuevas generaciones.

Uno de los grandes cambios fue contar la historia de manera asincrónica, incluso empezando por el final. Lo cual es ingenioso, dada la cantidad de veces que ya se ha contado esta historia y que la mayoría de la gente conoce.

Desde luego el elenco corresponde a un grupo de actores que es un perfecto reflejo de la juventud actual, en especial Timothée Chalamet y Florence Pugh. Cuyas carreras que estaban despegando en aquel momento hoy estan completamente consolidadas.

La directora también se tomó libertades con respecto a cómo visualizaba el final, descartando que el matrimonio sea la parte más feliz de la protagonista. Concluyendo que su éxito como novelista debe ser el momento cumbre de su vida.

Personajes claves de esta historia fueron matizados de manera distinta, el personaje de Amy deja de ser una niña mimada y se exaltan sus talentos y su inteligencia. Mientras que Los personajes masculinos como el protagonista Laurie, y Friederich el futuro marido de Jo, son presentados de una manera menos idealista y con menos edad. En especial Laurie, no es mostrado no como el perfecto caballero, sino un joven con virtudes y defectos.

En conclusión

Cada versión corresponde y evoca al momento y contexto social en el que se filmaron, incluyendo no sólo perspectivas de género sino popularidad y carisma de los actores. Es por ello que ambas versiones son lo suficiente buenas si las miramos de manera objetiva, Y siempre considerando el factor tiempo, es decir el año de su producción. Es muy probable que quien haya visto una no haya visto la otra, por lo que es una excelente oportunidad para ver aquella que haga falta y comparar la manera en que un director puede visualizar una misma obra.