Opinión
El Cata Domínguez jugador de La Máquina del Cruz Azul, organizó una celebración para su hijo con temática de narcotraficantes, todo esto en un país que arde en la violencia.
Normalmente no escribrimos de futbol contemporáneo, pero esta vez no podemos dejar pasar de alto un tema que es reciente y muy lamentable, pero que al mismo tiempo es un reflejo del nivel de educación que hay en nuestro país. Y lo más triste es que refleja muy bien el pensamiento de mucha gente en este país, un país que ha fallado mucho en términos de educación y de seguridad.
Julio Domínguez mejor conocido como el Cata, es un claro ejemplo de la mentalidad de los futbolistas contemporáneos, no es un secreto para nadie que el futbol mexicano está lleno de muchos jugadores con coeficiente intelectual demasiado bajo y tal es el caso de este experimentado jugador del Cruz Azul, al cual su actuar fuera de las canchas le pasó factura.
Las nuevas generaciones de futbolistas se sienten influencers, y creen que su vida íntima nos interesa a los aficionados al futbol, publican sus vidas privadas en las redes sociales y ellos mismos se hacen la maldad, ese fue el caso del Cata Domínguez , y cuando te das cuenta que sus propias acciones los llevan a estar en el ojo del huracán, es cuando nos preguntamos ¿qué traen los jugadores profesionales en la cabeza? me quiero imaginar que en sus ratos libres ven narco series y sus cerebros pamboleros no logran filtrar adecuadamente el mensaje final de estos temas, al contrario terminan integrando a sus vidas actitudes y estilos de vida que para ellos resultan aspiracionales, cuando no se dan cuenta que en realidad están haciendo el ridiculo, y lo que es peor, están manchando el nombre de un equipo de mucha tradición, y que en los últimos años ha pasado por muchas crisis, pero sobre todo burlas por su forma tan absurda de perder en los momentos más importantes.
La narco cultura es parte de nuestra realidad y está muy arraigada en nuestra cultura popular contemporánea, y para nuestros futbolistas que no tienen mucho recurso ni sentido común, resulta ser un tema de índole aspiracional.
Al vivir en un país donde la violencia se vuelve el pan nuestro de cada día, y donde deportistas profesionales y figuras públicas están en la mira de los medios de comunicación, es difícil creer que ellos mismos se expongan de esa forma , y cuando son sus propias acciones las que los exponen ante la sociedad, nos damos cuentas que estamos rodeados de gente tonta, y es que en verdad es muy difícil dejar pasar de largo una noticia asi, sin emitir ninguna clase de juicio.
El buen gusto y la preparación académica nunca han sido un distintivo de los jugadores profesionales de futbol en México, pero los niveles de ignorancia expuestos por el Cata Domínguez son abismales, se sienten como una cubetada de agua fría, y sobre todo en estos días donde la violencia acapara los tabloides de los medios masivos de comunicación.
Ya de por sí las cadenas televisivas nos hunden en la miseria del mundo, porque sabemos bien que eso es lo que vende, y cuando el futbol se vuelve una de las pocas actividades que quedan para entretenimiento sano, nos encontramos con estos episodios de tragicomedia mexicana.
Este tipo de actitudes van dejando un sabor muy amargo en la historia de este deporte, y aunque el Cata Domínguez ofreció una disculpa en sus redes sociales, no creo que la prensa deportiva deje pasar el tema facilmente, la directiva del club no se ha pronunciado al respecto, para saber el destino del jugador ya que violó el código de comportamiento y ética de la federación mexicana de futbol.
El Cruz Azul un club de mucha tradición, pero de administraciones indiferentes y corruptas, como todo el futbol mexicano. ya no espanta a nadie y no es extraño que pasen estas cosas en México, las fiestas temáticas de narcos son una realidad y eso da mucho de que hablar de nosotros como país.
Qué lástima por el Club y qué mal por todos aquellos que aún piden un cambio para México y que aún no se han dado cuenta, que el cambio empieza en casa y que está en sus propias manos.