Ghost, más allá de la vida: las películas con vida eterna

Películas que creemos haber visto ya

Hay películas que se vuelven clásicos casi al instante; uno tiene de inmediato la sensación de que serán obras que seguiremos viendo aunque pasen los años. Recuerdo haber escuchado de «Ghost: La sombra del amor» cuando se estrenó. Yo aún era un niño y no podía verla (hoy creo que un niño podría verla sin problema), pero aun así me di cuenta del furor que generó en aquel entonces.

No fue sino hasta años después, ya como adolescente, que pude rentarla. Con mis escasos pero intuitivos conocimientos sobre cine pude percibir el carisma que emanaba la cinta. Con el tiempo se volvió parte de la cultura pop, siendo parodiada en otras películas, series de televisión y similares.

Sucede a menudo que con este tipo de películas que se vuelven tan omnipresentes, uno piensa que no hace falta verlas de nuevo, pues recuerda a la perfección la trama y ya conoce el clímax y desenlace. Puedo pensar en cintas como E.T., Terminator, Jurassic Park, El sexto sentido y muchas más que viven en nuestra cabeza, y dudamos en verlas de nuevo porque sentimos que no nos podrían aportar nada nuevo.

La verdad es que es muy probable que, si se trata de una cinta que vimos hace más de una década, la veamos con otra mirada y pensamiento crítico, puesto que no somos los mismos que éramos antes. Y eso me sucedió con Ghost: si bien recuerdo que me gustó y recordaba las partes importantes de la trama, no esperaba redescubrir su encanto y apreciar los detalles que la hacen entrañable. Pero es algo que sucede con décadas de distancia.

La trama

Sam (Patrick Swayze) y Molly (Demi Moore) son una joven y feliz pareja; ella es una artista plástica y él, un ejecutivo financiero. Su idílica historia de amor se ve abruptamente truncada cuando Sam es asesinado durante un asalto. A partir de ahí, la historia se cuenta desde su visión como fallecido, tratando de procesar lo sucedido. Mientras eso sucede, Sam se da cuenta de que su muerte tiene una causa más allá de las casualidades de la vida: hay un móvil y un autor intelectual detrás de ello. Ahora, la única manera que tiene de esclarecer su asesinato y salvar a Molly de un peligro inminente es la ayuda de una peculiar médium (Whoopi Goldberg) con la que se ha topado en su camino.

Demi Moore en su mejor momento

Hasta antes de la llegada de «La sustancia», este había sido el trabajo más representativo de Demi Moore. Si bien ha tenido otros roles trascendentes en su carrera, esta cinta encapsula en tiempo y forma el carisma y belleza de un personaje que le quedaba bordado a Moore. Hasta ese entonces, sus participaciones la colocaban como una actriz de segunda o tercera línea; los productores incluso dudaban de que fuera la selección correcta para el personaje. Pero al ser una película de la cual no esperaban demasiado, finalmente decidieron darle la oportunidad. Algo de lo que empezaron a arrepentirse cuando, sin avisar, llegó a su primer día en el set de filmación con el cabello corto. Un cambio de look radical que ella consideró adecuado para el personaje y que, aunque el director casi la obliga a usar peluca, finalmente admitió que era el look perfecto que luego muchas quisieron imitar.

Elenco perfecto

El candor y belleza de Moore, aunado a que el personaje no dista mucho de su propio arquetipo, forjó en el imaginario público la imagen de la novia ideal: dulce, sensible, creativa y hermosa. Por lo tanto, se necesitaba un actor que pudiera ser el complemento perfecto. Irónicamente, su entonces esposo Bruce Willis fue considerado para el papel, pero el director quería un hombre que pudiera proyectar sensibilidad y virilidad al mismo tiempo. Inicialmente, Patrick Swayze tampoco lo convencía, pues venía de hacer películas de acción, al igual que Willis. Pero vio una entrevista donde lloraba al recordar a su padre, y ahí supo que era el hombre perfecto para el personaje.

El papel de la médium Oda Mae estaba escrito para otra actriz, pero ya con Swayze en el elenco, él fue quien abogó por Whoopi para el personaje. El cual originalmente iba a ser una médium experimentada; ya con Goldberg como parte del elenco, el director pensó que sería más cómico que inicialmente fuera una charlatana. Dicho papel le valió a la actriz su nominación y eventual triunfo en los Oscar a mejor actriz de reparto.

Un director y resultado inesperados

En renglones anteriores he mencionado al director de la cinta, aunque no por nombre: Jerry Zucker. No resultaba la elección más obvia para la realización de esta cinta, pues su mayor logro hasta ese entonces había sido la película «¿Y dónde está el piloto?». Una comedia de humor satírico que, si bien es un clásico de la época, no daba las señales adecuadas para confiarle una historia de romance y melodrama. Incluso el mismo guionista de Ghost peleó con el estudio para que cambiaran de director.

Los resultados dieron la razón al estudio, no solamente porque las actuaciones y ritmo de la cinta fueron adecuados, sino porque logró un estilo cinematográfico muy estilizado. Ya desde los años 80 se venían utilizando ciertas estéticas que provenían del mundo de los comerciales, con una luz preciosista, encuadres más dinámicos y un ritmo de edición ágil.

Todo ello se puede apreciar desde la primera secuencia de la película, donde los protagonistas comienzan la remodelación del loft donde se desarrolla la historia. Ghost es la obra maestra de Zucker, además, desde luego, de ser un éxito en taquilla. El estudio que no tenía ninguna expectativa comercial en ella quedó atónito al tener la película más taquillera del año a nivel global.

Para el director fue difícil superar su propio éxito, pues su único otro filme serio que le seguiría sería «First Knight», una película sobre Lancelot y el Rey Arturo que contó con Richard Gere y Sean Connery, una cinta que pasó de manera bastante discreta en la taquilla.

La escena que definió una generación

No podría estar completa una reseña de la película sin mencionar la escena emblemática de la pareja moldeando cerámica al compás del clásico «Unchained Melody» de The Righteous Brothers, canción que era un cover de la original que en su época fue nominada al Oscar y que cuenta con múltiples covers, incluso de Elvis Presley. Este tipo de conjunciones entre música, guión y desarrollo visual no se dan con frecuencia. Y esta escena se vuelve el corazón de la cinta que nos condensa en un breve momento el sentimiento primordial que desencadena toda la historia, y que se volvió sello de toda una generación cinéfila que disfrutaba del romance en la gran pantalla.

Metafísica en el cine

Si bien los temas sobrenaturales han existido desde el comienzo del séptimo arte, pocas veces se habían tratado como un tema de romance y no de otra índole. Justo en la década de los 80 hubo una apertura a los temas relacionados con la vida después de la muerte. Libros como «Muchas vidas, muchos maestros», entre otros, sirvieron como base para la concepción de lo que podría suceder cuando se detiene la vida en este plano.

Algo digno de señalar es la mezcla realizada entre un tema sobrenatural y una historia de amor; dicha fusión nos hace olvidar durante el desarrollo de la historia que puede ser inverosímil. Incluso en la actualidad, dichos temas aún gozan de cierto escepticismo por parte de la audiencia, pero Ghost logra amalgamarlos de tal modo que hasta el más incrédulo puede dejarse llevar por el hilo conductor de la historia.

En resumen

Treinta y cinco años han pasado desde su estreno, pero la historia se siente contemporánea. En palabras del propio director, que hablaba de ella hace algunos años, solo hay dos cosas que hacen ver vieja la película: las computadoras y Arsenio Hall (conductor afroamericano muy conocido en los 80, se ve un fragmento de su programa en casa de Oda Mae). Pero el resto sigue siendo una historia atemporal, eterna y que hoy, con una mayor apertura a la vida después de la muerte, se siente más cercana y hasta más «real».

Ghost pudo encapsular el carisma de dos estrellas en su mejor momento que ascendían en la escalera de Hollywood. Demi Moore tendría una participación destacada un par de años después en «Cuestión de honor» junto a Tom Cruise y en «Acoso sexual» con Michael Douglas. Mientras que Patrick Swayze aún tendría por delante la icónica «Punto de quiebre» junto a Keanu Reeves.

Así que si no has visto esta película en mucho tiempo, es un buen ejercicio revisarla, esta o cualquier otra cinta que pienses que ya no te podría sorprender, porque lo más seguro es que la vuelvas a disfrutar con una nueva mirada.

  • Ghost
  • Director: Jerry Zucker
  • Protagonistas: Demi Moore, Patrick Swayze, Whoppi Goldberg
  • Duración: 2hr.6min.
  • Streaming: Netflix

Curioso de las artes visuales.

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