¿Género de acción en declive?
Se ha insistido en los últimos años (2020 a la fecha) que el cine está en crisis, que ya no atrae a las masas como antes. Si hay un género que ha resistido esta crisis, es el de acción, el más utilizado por los estudios para capturar audiencias. Con resultados mixtos: algunas producciones triunfan, otras fracasan contundentemente. Entre las exitosas encontramos la mayoría del universo Marvel, Misión Imposible y Top Gun de Tom Cruise, The Batman y Jurassic World: Dominion. Como excepciones a esta clasificación están los fenómenos Barbie y Oppenheimer, que siendo comedia y biopic respectivamente, supieron mercadear conjuntamente su propuesta.
Al ser un género tan recurrente, existe el riesgo de agotar sus fórmulas. Una de las sagas de acción más aclamadas por su enfoque renovador en la última década ha sido John Wick, con Keanu Reeves, que aparentemente llegó a su fin con la cuarta entrega. Esta saga logró dar nueva vida a las historias de mafia, tiroteos y combates.
Su encanto reside en la estilización de la violencia y la exageración coreográfica de las peleas, elementos que ya tenían precedente en el cine hongkonés de los noventa y realizadores como John Woo, cuya experiencia fue importada a Estados Unidos con películas como Contracara y Misión Imposible II. Posteriormente, Tarantino refinó esta propuesta con su obra maestra Kill Bill, que ya presentaba a una mujer como eje principal de la trama.
Las películas de Reeves aprovecharon los avances en producción y tecnología cinematográfica para inyectar nueva energía al género. Ahora llega a pantallas Ballerina, un spin-off del universo de John Wick que promete continuar inteligentemente con la saga.
La trama
Eva es hija de un miembro del clan Ruska Roma, una agrupación criminal conformada por diversos miembros con roles específicos según sus habilidades. Una noche, son sorprendidos en casa por un comando liderado por un misterioso hombre. Durante la huida, el padre de Eva muere, y al quedar huérfana, es acogida por la misma organización que empleó a su progenitor. Ahora deberá superar los entrenamientos y demostrar su utilidad para la organización. La historia se complica cuando descubre pistas que pueden llevarla hasta los asesinos de su padre, cuyo seguimiento desencadena una serie de eventos con repercusiones que trascienden su venganza personal.

¿Merece ser parte de la saga John Wick?
Cuando la cinta se estrenó, no fueron pocos quienes señalaron que no estaba a la altura de las secuencias del universo original de John Wick. Aunque esto es cierto, no debe considerarse un error o fallo de la producción; al contrario, juega a su favor, pues la hace diferente en el buen sentido.
Es sabido que el estreno se retrasó un año entero debido a que volvieron a rodar las secuencias de acción por petición explícita del creador y director original de la saga, Chad Stahelski. Él decidió no dirigir esta cinta y dejarla en manos de Len Wiseman, pero al ver la primera versión, las peleas no le convencieron y fueron recreadas en su totalidad bajo su supervisión.
Las peleas funcionan como deben: no son tan exageradas, inverosímiles e interminables como las de sus predecesoras (John Wick 4, escena de las escaleras), pero tampoco pasan desapercibidas. Se podría decir que incluso aportan mayor realismo a la trama, ya que en la saga original, al menos en las últimas dos entregas, las peleas son tan elaboradas que rompen la «suspensión de la incredulidad».
En Ballerina, las secuencias de acción siguen siendo extremas pero dentro de un rango más «creíble». Esto puede justificarse con un diálogo que sucede en el primer tercio de la historia, cuando Eva recibe entrenamiento de combate y se queja de que nunca podrá vencer a un hombre siendo mujer. Su entrenadora le responde: «Claro que nunca podrás ganarle si peleas como hombre, entonces pelea como niña». Ese concepto rige sutilmente el resto de su estilo de combate: menos explosivo o frenético que el de John Wick, pero igual de letal.
Es evidente que dentro de esta conceptualización debió considerarse que es una bailarina de ballet y que sus movimientos deben ser más coreográficos y estéticos en comparación con los de un hombre, ya sea en el combate cuerpo a cuerpo o en el uso de armas y objetos que las suplen.
El ascenso de Ana de Armas
Uno puede imaginarse a diversas actrices en el rol principal. Nombres que realmente estuvieron sobre la mesa de los productores fueron Lady Gaga y Chloë Grace Moretz, pero finalmente Ana de Armas se hizo con el papel. En ese momento ella ya formaba parte de la última cinta de James Bond y había quienes no veían con malos ojos que fuera la próxima agente 007 en un swap gender cinematográfico.
Como alternativa, se especulaba con hacer un spin-off de su personaje Paloma dentro del mismo universo de Bond; su participación, aunque breve, causó muy buena impresión por su carisma y personalidad. Ella atribuye esto a que solo habían pasado tres días desde que terminó de filmar el biopic de Marilyn Monroe, y varios de los manierismos adquiridos para encarnar a la mítica rubia de Hollywood se colaron en su interpretación de una novata agente del servicio secreto.
Ana de Armas ha confirmado con cada rol que su notoriedad en pantalla es más que su aspecto físico; su calidad histriónica ya le valió su primera nominación al Oscar. Y en un lapso relativamente corto ha formado parte de proyectos que quedarán en la historia del cine: Blade Runner 2049, Blonde, No Time to Die y Knives Out.
Es probable que lo mejor de su carrera aún esté por venir, incluyendo posiblemente una secuela de esta película.

En conclusión
Ballerina no es John Wick, y eso resulta perfecto para el desarrollo de la historia y el personaje de Eva. Es una cinta sin pretensiones más allá del entretenimiento que permite pasar un buen rato en el cine y que puede funcionar sin problemas como semilla para una trilogía, si los productores y Ana de Armas así lo desean.

- Director: Len Wiseman
- Protagonistas: Ana de Armas, Ian McShane, Gabriel Byrne, Norman Reedus
- Año: 2025
- Duración: 2hr4m
- País: EU