2020, el año que nunca olvidaremos
A estas alturas ya casi todos los seres humanos estamos enterados de que existe una pandemia a nivel mundial y que nuestra realidad cambio de tal forma que todavía no alcanzamos a percibir las consecuencias de todo lo que está aconteciendo minuto a minuto a nivel global.
Lo única certeza que tenemos en estos momentos es que no sabemos hasta donde nuestras conductas y hábitos serán alterados, todo esto mientras esperamos la llegada de una vacuna que francamente no sabemos cuándo será una realidad.
Indudablemente, la industria musical fue una de los sectores más afectados derivado de la crisis económica que ocasionó la pandemia y las ventas de productos musicales en general bajo. Sin contar los servicios de streaming, que al contrario de otros formatos, sus ventas van en ascenso.
Es en este contexto, que el disco de vinyl tuvo un regreso triunfal.
2020 el regreso del vinyl
En realidad, los discos de vinyl nunca se fueron, es un regreso más en términos de ventas. 2020 resulto ser un año donde las ventas de discos de vinyl fueron superiores al de otros formatos físicos como el disco compacto que domino las ventas por casi 3 décadas. O en menor medida el cassete.
Esto nos habla también de que algo está pasando en la sociedad, en los escuchas viejos y nuevos, no sé si sea un tema de nostalgia, una moda o es más bien querer salirse del universo digital y tener una experiencia más palpable, es decir una especie de fuga de los tiempos modernos.
En lo personal mi afición por este formato tiene tintes emocionales. Definitivamente mis primeros descubrimientos musicales fueron en formato vinyl y dejaron una huella imborrable en mí.
Hoy en día pinchar discos es casi un acto ritual ya que pasó a los terrenos de lo análogo. Resulta una especie de cita con la música a la cual debes destinar un tiempo y espacio para poder disfrutar correctamente de una producción musical. Y cada persona tendrá una conexión y un modo único de experimentar la música a través de este formato, y es que tocar un disco en una consola tiene diferentes formas de percibirse y experimentarse, de acuerdo a la época a la que te acercaste por primera vez a un toca discos.
Es un hecho que el sonido análogo es superior al del compact disc o su versión digital y argumentan una cierta calidez al escucharlo, lo cual es un tema muy debatible, pero es un hecho que tener un objeto te da una sensación de pertenencia que no te da la música en formato digital.
La forma de experimentar y reproducir un disco de vinilo comienza desde la apreciación de la propuesta de arte en las portadas, más la acción de sacar el disco, limpiarlo del polvo, ponerlo correctamente en un tornamesa y ubicar la aguja en el lugar indicado para su inicio, es algo que contrasta radicalmente con la facilidad con la que hoy en día se tiene acceso a la música.
Ese contraste con el mundo digital es lo que cautiva a las nuevas generaciones de escuchas que no tuvieron acceso a este formato por que nacieron en otra época donde reino el cd, si le sumamos el fenómeno de la nostalgia es una formula exitosa que venció el tiempo para poder posicionarse en términos de ventas por encima del cd después de casi 30 años.
Es una realidad que cada día más gente está regresando a consumir este formato y muchos artistas y bandas están recurriendo a lanzar sus nuevos materiales en disco de vinil cada vez con más frecuencia.
El disco de vinil nunca se fue
2020 es el inicio de una nueva era para los discos de vinyl. Y es que en realidad el disco de vinil nunca desapareció en su totalidad, más bien se relego a terrenos de coleccionistas, djs o melómanos extremos.
Algunos artistas siguieron sacando sus obras en este formato, pero sus ventas descendieron de tal forma que muchas disqueras simplemente se dejaron llevar por la nueva tendencia del disco compacto, que es un formato más pequeño y aseguraba una mejor calidad sonora. Todo esto comenzó en los años ochenta.
Imagino que muchas colecciones se fueron a la basura, otras acabaron en cajas y almacenadas en cuartos de servicio de las casas y otros tantos en tianguis de pulgas, pero solo algunos los atesoraron como algo que valía la penar conservar.
Gran noticia en verdad para todos los que crecimos con este formato y lo vimos desaparecer de nuestras casas para remplazarlos por mini componentes y la nueva ola del compact disc.
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