El abogado del diablo: Pacino y Reeves en su mejor momento

Esta semana Keanu Reeves volvió a ser tendencia por trailer de lo que será la próxima entrega de Matrix, una saga que vió sus inicios a finales de los 90s y que lo posicionó como una de las máximas estrellas del circuito de Hollywood.

Keanu no era un desconocido por aquellos años, ya había tenido éxitos como Alta velocidad que puso en el mapa a Sandra Bullok, o Drácula al lado de Winona Ryder y dirigido por Coppola. Pero sin duda alguna una de sus interpretaciones más recordadas es la cinta previa a la trilogía de Matrix, El Abogado del Diablo, junto al aclamado Al Pacino.

Basada en una novela publicada en 1990 por Andrew Neiderman, estuvo algunos años entre los guiones para película más deseados por hacer. En algún punto Joel Schumacher (Batman Eternamente) pudo dirigir la película, pero finalmente Taylor Hackford, un director de bajo perfil fue elegido.

La trama

Después de 24 años y múltiples repeticiones en cable es muy probable que quien lea esta reseña ya sepa la historia completa. Para aquellos que por alguna razón aún les resulta desconocida, resumiremos brevemente la trama.

Kevin Lomax (Keanu Reeves) es un joven y exitoso abogado en un pequeño pueblo de Florida, donde lleva una racha de casi 30 casos sin perder. Un día le llega una oferta de una poderosa firma de abogados en Nueva York, brindándole a él y a su esposa Mary Ann (Charlize Theron) la posibilidad de mudarse a Manhattan con todas las comodidades que jamás imaginaron.

A su llegada Kevin conoce al dueño de la firma, John Milton (Al Pacino), un personaje bastante peculiar, con clientes y gustos extravagantes que poco a poco irán develando que es más que un magnate de la abogacía. Es el diablo en persona.

Al Pacino siendo Al Pacino

Inicialmente el actor que interpreta al mismísimo Satán, dudaba en hacerlo. Lo consideraba demasiado cliché, quizás algo como lo que harían un par de años después aunque en tono de comedia en «Al Diablo con el Diablo», en el persona de Elizabeth Hurley. Pero después de que el director modificó el guión en tres ocasiones logró convencer a Pacino de encarnar al personaje.

A lo largo de la cinta, varias de las mejores líneas son dichas por su personaje, especialmente en el monólogo final de la cinta donde sus argumentos son más que convincentes.

Esa mezcla de cinismo con malicia, es algo que solo él podía aportar. Actores propuestos por el mismo como Sean Connery o Robert Redford hubieran sido demasiado «elegantes» para el rol. Quizás Kevin Spacey (Se7en) propuesto por la producción, hubiera dado el tono, aunque le faltaba edad para el personaje.

Por lo que la dupla Pacino-Reeves se imagina irremplazable a la distancia, y son ese tipo de factores lo que hacen a estas películas memorables.

Kevin y Mary Ann (Keanu y Charlize)

El alma de la película

Si bien protagonista y antagonista se llevan la mayor parte en pantalla, hay que destacar el papel de la esposa de Kevin, Mary Ann. Interpretada por una novata en aquel entonces, Charlize Theron.

Ella apenas un par de años antes había rechazado un papel que le requería desnudos, Showgirls (ya hablamos de ello en pasadas entregas). Y ahora aceptaba este que también lo requería, pero el guión y cast parecían valer la pena.

Charlize es realmente el corazón de la historia, es su personaje en el que más se notan los efectos de las decisiones que toma su esposo. Y es la que percibe el verdadero mundo sobre natural en el que se adentra Kevin.

Podemos verla transitar de una chica feliz de provincia, a una esposa de alta sociedad que cae en la esquizofrenia y la locura.

Esta película marca el debut en Hollywood de la Danesa Connie Nielsen, en el papel de Cristabella. Abogada de asuntos internacionales en la firma, y pieza clave del final de la historia. Posteriormente su papel más memorable sería como Lucilla en «Gladiador» (2000) y más recientemente como Hippolyta, la madre de la «Mujer Maravilla» (2017).

Tanto Pacino como Reeves estaban cruzándose en el mejor punto de su carrera, la filmografía de Pacino ya contaba con varias décadas de éxitos y es en los 90s que lo culmina con su Oscar en el 92 por Pérfume de mujer y papeles como en Heat y The Insider.

Keanu Reeves por su parte era la estrella en ascenso del momento a la par de un Brad Pitt y Leonardo Di Caprio. Y estaba justo por comenzar la trilogía de Matrix que es su película insignia.

Si bien ambas estrellas siguen en activo y quizá Keanu tenga aún relevancia con la saga de John Wick. Ambos actores se encontraban en su mejor época, y eso queda impregnado en la película.

Thriller + drama + horror

Algunos colocaban a esta cinta dentro del género del horror o terror, de hecho compitió en taquilla con «Sé lo que hicieron el verano pasado», que podría considerarse más cercana al género.

Otros lo ven como simple drama, o quizás un triller psicológico. Lo cierto es que cada persona tiene su definición de lo que le causa horror o lo que considera drama. El Abogado del diablo es una buena película que supo mezclar estos tres ingredientes y que si bien no te dispara de tu asiento o te mantiene siempre a la expectativa. Es lo suficientemente disfrutable para cualquiera que disfrute de estos tres géneros por separado.

  • El Abogado del Diablo (1997) 2hr24min
  • Director: Taylor Hackford
  • Protagonistas: Keanu Reeves, Al Pacino y Charlize Theron
  • En streaming por Amazon Prime y Netflix

Curioso de las artes visuales.

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